Un concierto singular
Con gran asistencia de público celebraron las Juventudes Musicales de Madrid un nuevo concierto extraordinario. Esta vez escuchamos a la Camerata Báltica fundada hace un lustro por un grande del violín: Gidon Kremer (Riga, 1947), que a los 20 años obtuvo el Premio Reina Elisabeth en Bélgica.
Es muy interesante la programación de este conjunto de alta calidad que orienta y dirige el concertista letón, pues alía los autores de ayer con los contemporáneos y -como esta vez- establece un eje ideológico tan importante como es Juan Sebastián Bach. Junto a páginas del Cantor de Santo Tomás de Leipzig (un Ricercare y dos Conciertos), tuvieron versiones de gran calidad obras de Vladímir Martynov (Moscú, 1946) -La belleza bien temperada, estrenada en el año 2000-, de Arvo Pärt (Estonia, 1935) -Collage sobre Bach- y de Alfred Schnittke (Ingels, Saratov, 1934-1998).
Camerata Báltica
Juventudes Musicales de Madrid. Camerata Báltica. Director: G. Kremer. Obras de Bach, Martynov, Pärt y Schnittke. (Comunidad de Madrid, Ministerio de Educación, Telefónica, EL PAÍS). Auditorio Nacional. Madrid, 26 de noviembre.
El propio Kremer y Eva Bindere, violinistas; Alexéi Ogrintchouk, oboísta; Andrius Zlabys, pianista, exhibieron un consumado magisterio, puesto al servicio de un programa inusual y de indiscutible atractivo, quizá más evidente en el papel que en la realidad sonora. Pero bien está dejar de lado, alguna que otra vez, la rutina, incluso la aplicada a las creaciones musicales señeras de la historia.