Aguirre no invita a Gallardón a la toma de posesión de sus consejeros

Esperanza Aguirre, presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid, y Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de la capital, ambos del PP, escenificaron ayer un nuevo desencuentro. Si el viernes era el equipo de Gallardón quien aseguraba que la presidenta no permitió a su antecesor hablar en la toma de posesión, ayer la ausencia del alcalde en la toma de posesión de los consejeros avivó la polémica. El Ayuntamiento afirmó en un comunicado que el regidor no fue invitado al acto.

Fuentes próximas a Ruiz-Gallardón explicaron que éste consideró lógica su ausencia de ayer, ya que en la toma de posesión de sus consejeros él tampoco invitó a su predecesor, Joaquín Leguina (PSOE). Aguirre explicó en un comunicado que, "formalmente, no fue invitado nadie" a la toma de posesión de sus consejeros.

Aguirre presentó ayer a sus 11 consejeros, presidió su toma de posesión y a continuación se dirigió a los periodistas. La presidenta negó diferencias entre ella y Ruiz-Gallardón, y aseguró mantener una relación "fraternal" con él. Pero es innegable que, en sólo unos días de cohabitación, la polémica aumenta a medida que pasan las horas.

La presidenta se deshizo en explicaciones, con los micrófonos cerrados, sobre por qué Ruiz-Gallardón no habló en su toma de posesión. Lo que vino a decir Aguirre es que, efectivamente, le pidió a su antecesor que no hablara porque eso obligaría protocolariamente a que algún ministro también tomara la palabra. Según la presidenta, el alcalde se molestó y entonces ella le invitó a que hiciera lo que quisiera. Al final, según Aguirre, Gallardón decidió no pronunciar su discurso, que ya tenía preparado. La versión del alcalde es que Aguirre le telefoneó pidiéndole que no interviniera en su toma de posesión.

Que las frías y distantes relaciones entre el anterior alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y el anterior presidente, Ruiz-Gallardón, puedan ser puestas como ejemplo a seguir es la mejor muestra de cómo se prevé, desde la cúpula del PP, que va a ser la cohabitación entre Aguirre y Gallardón. Esa comparación la hizo ayer el líder del PP, Mariano Rajoy.

Rajoy pidió a ambos que hagan "el mayor esfuerzo del que sean capaces para que las cosas salgan lo mejor posible" en las relaciones entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Y enfatizó que eso ya lo hicieron, "en su día, el anterior alcalde y el anterior presidente de la Comunidad de Madrid". Rajoy intentó minimizar los desplantes de Aguirre a Gallardón al tildarlos de "cuestiones de protocolo". El líder popular defendió que "lo importante es que el PP va a gobernar en ambas instituciones, que Esperanza Aguirre formó ayer un excelente Gobierno, como en su día hizo Alberto Ruiz-Gallardón, y a partir de ahí yo, desde luego, no me voy a quedar en las anécdotas".