Críticas contra el 'clan de Valladolid'
La procelosa campaña electoral del PP, diseñada milimétricamente por un equipo que rodea a José María Aznar desde que alcanzó la presidencia de la Junta de Castilla y León, no funcionó. Varios dirigentes del PP, siempre desde el atemorizado anonimato, achacan esa responsabilidad al denominado clan de Valladolid. Y suman al sociólogo Pedro Arriola. A todos ellos les acusan de mantener a Aznar secuestrado en una pecera, de pasearlo por mítines multitudinarios sin rebajarse a pedir el voto, "al sentirse ya presidente", y de endurecer su discurso antinacionalista durante la campaña. A la cabeza del clan se sitúa a Miguel Ángel Rodríguez, el director de comunicación del partido, al que se atribuye la decisión de Aznar de no dar ni una conferencia de prensa en la campaña, el capricho en la concesión de entrevistas, el inoportuno enfrentamiento con Ruiz-Gallardón y el rechazo del cara a cara con Felipe González. Aznar se ha mostrado incluso enfadado por otros dos problemas concretos: la tardanza en la redacción del programa y el fracaso de su sociólogo en la predicción electoral.
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