La policía desarticula una banda de atracadores que intimidaba a sus víctimas con armas de fuego
Cuatro personas, tres de ellas de nacionalidad colombiana, fueron detenidas en Madrid el pasado miércoles, como presuntos integrantes de una peligrosa banda de atracadores, que intimidaba a sus víctimas con armas de fuego y a los que se imputan ocho asaltos.
Los detenidos tienen antecedentes por robo con violencia, robo con fuerza y receptación. Según la Dirección General de la Policía, el arresto se produjo en el marco de la Operación Badulaque, desarrollada por investigadores del Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, en colaboración con Crimen Organizado de la Brigada de Policía Judicial de Madrid.
Las investigaciones se iniciaron a raíz del robo cometido el pasado 1 de octubre contra un representante de joyería de Barcelona, cuando se encontraba en su domicilio. Varios individuos abordaron al representante y a su hijo cuando iban a entrar en la casa con las maletas llenas de género y, tras amenazarles con armas de fuego, les golpearon e introdujeron en la vivienda. Maniataron a toda la familia y le dieron una brutal paliza al representante.
Las pesquisas policiales permitieron detectar la presencia de los atracadores en Madrid y conocer más detalles de su modus operandi. La banda no permanecía más de tres días en la misma ciudad. Por medio de colaboradores, conseguía la información de posibles objetivos, elegía al más adecuado y establecía una intensa vigilancia sobre él, llegando incluso a seguirle por varias comunidades autónomas. Para cometer el asalto, los detenidos daban muestra de una gran profesionalidad. Así, establecían puntos de vigilancia en las inmediaciones del domicilio no solamente para detectar la llegada del representante, sino también de la policía. También realizaban un estudio previo de horarios y rutinas de la víctima, sus familiares y vecinos del inmueble. Esperaban en los rellanos superiores e inferiores del domicilio la llegada del representante a la misma puerta de su casa. Cuando la víctima abría la puerta, los delincuentes se introducían en la vivienda y asaltaban a todos sus ocupantes.
