Feliciano entra en la Davis

El misterio se desveló. Josep Perlas, Juan Avendaño y Jordi Arrese, el G-3, los capitanes españoles, confirmaron ayer lo que todo el mundo ya imaginaba: que Feliciano López es el elegido para disputar, junto a Àlex Corretja, el doble de la final de la Copa Davis que enfrentará a España y a Australia en Melbourne, entre el 28 y el 30 de este mes. Como consecuencia, el leridano Albert Costa fue descartado del equipo, que se completará con Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyà.

"Es la decisión más difícil y dura que hemos debido tomar en nuestra etapa en la capitanía española", argumentó ayer Avendaño, alegando que Costa había demostrado su calidad profesional y humana al aceptar su decisión y haber sabido elegir con delicadeza sus palabras para expresar su disconformidad a los capitanes. "Ha sido siempre un hombre de equipo. Ha jugado las tres eliminatorias previas de este año y ahora es muy duro tener que apearle. Pero no podemos ser sentimentalistas. Hacemos lo que creemos mejor para el equipo. Queremos ganar en Australia".

La decisión del G-3 se basa no sólo en el hecho de que la final se disputará en hierba, sino también en las garantías, esgrimidas por Avendaño, que ofrecería Feliciano López en caso de tener que disputar algún partido individual. En este sentido, sus resultados le avalan, pero no sólo por encima de Costa, sino también de Ferrero -octavofinalista este año en Londres- y de Moyà. El toledano es el único español desde Andrés Gimeno en 1969 y 1970 que ha llegado dos veces consecutivas a octavos de final de Wimbledon.

"Jugaremos en una pista muy distinta a la tierra batida, y creemos que Feliciano puede hacerlo mejor que Costa. Su juego es muy bueno para la hierba", esgrimió Avendaño, que actuó como portavoz del G-3. "Afrontará la dura papeleta de debutar en una final de la Copa Davis, pero creemos que puede ser una baza no sólo para los dobles sino también para los individuales".

Este fue, probablemente, el motivo fundamental por el que esta vez no hubo consenso en la elección de Feliciano. Aunque ayer el G-3 se negó a explicar las discusiones internas que se produjeron antes de que dos votaran a favor y otro en contra -Avendaño cortó a Perlas alegando que no podían trascender cuestiones internas-, lo que acabaron discutiendo los tres capitanes fue si valoraban la aportación de Costa al equipo y tomaban una posición más conservadora, o si asumían el riesgo de apostar por la calidad de Feliciano en hierba a riesgo de la presión que puede causarle su debú en esta competición. Ganó la segunda opción. Lo que situó a Perlas, entrenador de Costa, en una tesitura similar a la que ya sufrió en 2000, cuando el G-4 decidió dejar fuera de la final a Carlos Moyà -a quien entonces entrenaba- y al año siguiente, aunque no por ese motivo, dejó de ser su técnico.

Sin embargo, parece difícil que la aportación del toledano traspase la barrera del doble. No es fácil para el G-3 sentar en el banquillo a Juan Carlos Ferrero, reciente número uno del mundo, o a Carlos Moyà, séptimo, y sustituirles por López, 28º, con las incógnitas que plantea su participación. "Para que eso se produzca", señaló un técnico español que exigió el anonimato, "deberían salirles las bolas fuera de Melbourne en los entrenamientos al mallorquín y al valenciano o sufrir una lesión". Sin esa premisa, la decisión del G-3 tiene menos sentido. Pero ellos insisten en esa opción.

El equipo español no se juntará hasta Australia el próximo día 21, justo una semana antes del inicio de los partidos. "Corretja y Feliciano juegan esta semana en Bratislava", dijo Avendaño. "Moyà y Ferrero se van al Masters y, tras unos días de descanso [en Brasil y Florida], viajarán directamente a Melbourne". Mientras, la pista de hierba del Vall Park descansa.