Adiós al fútbol americano

La historia concluyó ayer. Ha durado doce años. Parecía que todo estaba muy consolidado, pero, al final, la Liga de Fútbol Americano (NFL) decidió prescindir del Barcelona Dragons y retirarle la licencia para competir en la Liga europea. España perdió de un plumazo la única conexión existente con este deporte, tan consolidado en Estados Unidos. Los Dragons, fundados en 1991, ganaron en 1997 la World Bowl.

Aquel año se produjo la culminación del proyecto de la NFL de expansión en España. Con los Dragons en su mejor momento y el equipo jugando en el Estadi Olímpic de Montjuïc, el nivel de expectación creció hasta sus cotas más altas: se superó la media de 10.000 espectadores por partido.

Sin embargo, allí comenzó también el declive. Fue un goteo constante que ni siquiera pudo salvar la brillante aportación del ex portero barcelonista Mariano Angoy, en su posición de chutador, ni el apoyo del ex técnico Johan Cruyff, con su presencia en los encuentros, ni el acuerdo firmado en 2002 con el propio Barcelona para jugar en el Miniestadi y que el equipo luciera las siglas del club. La asistencia cayó hasta 6.868 espectadores. Eso fue decisivo.

"Para los propietarios sólo contó ese aspecto", dijo ayer Rafa Cervera, director general de los Dragons; "no se tuvo en cuenta que el equipo era más barato que el de Amsterdam o el de Glasgow". El coste anual era de tres millones de euros.

La base del problema, no obstante, es que la NFL ha detectado un interés creciente por su deporte en Alemania y quiere ampliar allí el cupo de licencias.

"Hay mejores perspectivas de negocio", confesó Jim Connelly, director general de la NFL Europa. Alemania cuenta con equipos en Düsseldorf, Berlín y Francfort y las medias de asistencia superan los 30.000 espectadores. La desaparición de los Dragons favorecerá la creación de un conjunto en Colonia, lo que dejará la Liga europea con cuatro licencias alemanas, otra holandesa y otra escocesa.

La NFL mantendrá en Barcelona una mínima estructura para seguir potenciando el desarrollo del fútbol americano en las escuelas. "Creo que empezamos la casa por el tejado", reconoció Cervera; "los Dragons debían haber sido la culminación de un proyecto, no su inicio".

De esta bella historia sólo quedará la proyección de Angoy, que podría encontrar acomodo en cualquier otro equipo. Pero ni eso es seguro porque parece difícil que se decida a viajar a Glasgow o a Amsterdam por el sacrificio personal que eso le supondría.