Sobre la militancia de Vázquez Montalbán
Dejen de usar a los muertos o, si lo hacen, háganlo por lo que en verdad fueron -o lo que son, que el pensamiento permanece- y no por lo que les gustaría que hubiesen sido. Decimos esto por los intentos de apropiación de la figura de Manuel Vázquez Montalbán que la órbita maragalliana ha efectuado estos días. Y lo decimos porque, pese a quien pese, él era un hombre del viejo PSUC y de la nueva ICV, ni más ni menos.
Frente a afirmaciones del tipo "pareció que Manolo le enviaba [a Maragall] una promesa de voto sentimental por correo" (J. A. González Casanova, EL PAÍS, miércoles 22 de octubre), déjennos decir alto y claro que, por su militancia -y por el optimismo de la razón, no podía ser de otro modo-, Vázquez Montalbán sólo promovía un voto, a Joan Saura. Por favor, reivindiquemos a Manuel Vázquez Montalbán como un valor de toda la izquierda, pero respétenlo como un patrimonio de la fuerza con la que se comprometía hasta el fin de sus días. Descanse en paz.
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