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Perfil | Herbert Demel

Un austriaco en Turín

El próximo 15 de noviembre asumirá sus funciones como consejero delegado de Fiat Auto el austriaco Herbert Demel, el primer ejecutivo no italiano que alcanza ese nivel de confianza de la familia Agnelli.

Llega tras la serpiente de verano desatada con el nombramiento in pectore para ese mismo cargo del hasta entonces responsable de Ford en Europa, Martin Leach, que no ha superado finalmente las dificultades planteadas por la firma norteamericana. Más de uno recordaba esos días la aventura protagonizada por López de Arriortúa entre General Motors y Volkswagen hace algunos años.

Demel se va a incorporar a Fiat en pleno arranque de un plan de ajuste anunciado el pasado mes de junio que supone el cierre de 12 plantas y el recorte de 12.300 empleos, por lo que va a necesitar no sólo de su amplia experiencia profesional recogida en varias compañías del sector y en distintos lugares del globo, sino de su habilidad para "crear equipo". Una virtud que desarrolla de manera natural tanto dirigiendo una empresa como cruzando un desierto africano o largas distancias por el polo Norte.

Robert Bosch, Volkswagen-Audi y últimamente Magna Steyr han sido los campus donde ha puesto en práctica sus conocimientos de ingeniería y sus ingenios como gestor. Es hombre de pocas palabras, pero muy bien aplicadas, de tal manera que le resulta muy fácil conectar con los demás. No se anda con rodeos, le gusta ir directamente al grano hasta en el desarrollo de un humor muy acentuado, pero muy seco al mismo tiempo.

Pero lo que sin duda ha pesado de una manera especial en el cuartel general de Turín a la hora de poner en sus manos la reconstrucción de la principal empresa italiana es su experiencia para reinventar una compañía, como hizo con Audi o incluso con la filial de Volkswagen en Brasil.

En el primer caso consiguió convencer a una orgullosa compañía de ingeniería local con una producción total que apenas alcanzaba los 400.000 automóviles de que "su mercado era el mundo" y que para conquistar el mundo hay que tener la mente muy abierta.

En Turín confían en su experiencia "en producto y tecnología y en su capacidad para valorizar las marcas". Para ello cuenta con el lanzamiento de 20 nuevos modelos durante los próximos años y unas inversiones previstas de casi 19.000 millones de euros.

SCIAMMARELLA

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