Mohamed Abdelaziz, reelegido secretario general del Frente Polisario
La elección supone un apoyo al plan de Naciones Unidas para el Sáhara
El Frente Polisario reeligió el viernes por la noche a Mohamed Abdelaziz como secretario general con el 92% de los votos de los 1.500 delegados que asisten a su congreso en el poblado de Tifariti (Sáhara Occidental), según informó el movimiento independentista saharaui. El apoyo dado a Abdelaziz supone también un respaldo al plan para el Sáhara de James Baker, el enviado del secretario general de la ONU, Kofi Annan. Su aceptación, en julio, por Abdelaziz provocó cierto malestar en el Polisario, que seis meses antes había desestimado esa iniciativa de la ONU.
"Los delegados han considerado unánimemente que es la última oportunidad para la paz y que Marruecos debe aprovecharla", explicó Mohamed Sidati, portavoz del congreso. En su discurso inaugural Abdelaziz pidió a los asistentes al congreso que diesen un espaldarazo al proyecto de Baker, pero hizo hincapié en que debía ser aplicado con garantías internacionales.
El resultado de los tres candidatos que se presentaban contra Abdelaziz fue mucho peor que el que obtuvo, en 1999, Brahim Ghali, representante del Polisario en España que compitió entonces con Abdelaziz. El congreso eligió también a los 25 integrantes de la secretaría general, a los que hay que añadir otros 12 miembros que, según la agencia de prensa del Polisario, viven en el Sáhara Occidental en la clandestinidad.
Ha sido la primera vez que el Polisario celebra un congreso en la pequeña franja de la antigua colonia española que está bajo su dominio -Marruecos ejerce su control sobre el grueso del territorio- y no en el suroeste del territorio argelino donde está su capital administrativa y los grandes campamentos de refugiados en los que viven unas 160.000 personas. La elección de Tifariti para la reunión debe de ser interpretada, según el Polisario, como un mensaje sobre su determinación.
El plan de Baker prevé, primero, una autonomía para el Sáhara durante cuatro o cinco años y después un referéndum de autodeterminación con un censo favorable a Marruecos porque podrían votar todos aquellos residentes en el territorio desde antes de 1999. La mayoría de los 300.000 habitantes del Sáhara no han nacido allí y los autóctonos suponen tan sólo el 15% de la población. Aun así, Rabat descartó celebrar ese referéndum.
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