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Crónica:FÚTBOL | Sexta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

La Real choca con una roca

El Sevilla, con Esteban pletórico, resiste los disparos de Nihat y tutea al cuadro donostiarra

A la Real Sociedad no le van los equipos rocosos, ésos bien armados, de carcasa coriácea y con la lección tan aprendida que son capaces de recitarla de carrerilla sin inmutarse pase lo que pase. El Sevilla es de ésos, pero es algo más que un cliché, bastante más que una tropa de partisanos dispuestos a jugarse el bigote con cualquiera. Por ejemplo, está Reyes, algo así como un peligro constante a pesar de su tendencia natural a encoger la cabeza y mirar al suelo cuando se ensimisma con el balón. Y Baptista, un chicarrón brasileño que salía presuntamente a parar a Xabi Alonso y eligió la mejor de las maneras para hacerlo: jugar al fútbol y obligar a su oponente a preocuparse de él. Y Marcos Vales, un chico intermitente, pero de los que saben manejar la pausa de los partidos. Y, sobre todos, Darío Silva, tan previsible en su actitud como imprevisible en la medida de su velocidad. Por no hacerlo, por no saber cuánto corre el uruguayo, la Real sufrió el gol del empate después de que Kovacevic hubiera marcado con un cabezazo clásico y bello a un centro clásico y bello de Karpin.

REAL SOCIEDAD 1 - SEVILLA 1

Real Sociedad: Westerveld; López Rekarte, Jauregi, Schürrer, Aranzabal; Karpin, Xabi Alonso, Alkiza, De Pedro; Nihat (Lee, m. 76) y Kovacevic (De Paula, m. 76).

Sevilla: Notario (Esteban, m. 4); Alves, Javi Navarro, Alfaro, David; Martí, Casquero; Marcos Vales, Baptista, Reyes; y Darío Silva (Carlos, m. 83).

Goles: 1-0. M. 4. Centro desde la derecha de Karpin que Kovacevic cabecea marcando los tiempos.

1-1. M. 13. Pared de Darío Silva con Baptista que consigue tocar el balón y el primero se anticipa a la acción de la defensa y a la salida de Westerveld para anotar.

Árbitro: Téllez Sánchez. Amonestó a Rekarte, De Pedro, Kovacevic, David y Marcos Vales.

Unos 22.000 espectadores en el estadio de Anoeta. El portero sevillista Notario tuvo que retirarse a los 4 minutos, tras el gol de la Real, por una lesión en un hombro.

Con un gol a los cuatro minutos y la subsiguiente lesión del portero Notario, que se lastimó el hombro cuando intentó evitar el tanto del delantero serbio, la Real perdió la cabeza. O le confundió el Sevilla, que supo juntarse en el campo sin dar demasiadas distancias para que Nihat o Xabi Alonso encontraran el espacio necesario para sus habituales travesuras. El gol de Darío Silva elevó su autoestima y borró del campo a la Real, que se tomó demasiado tiempo para pensar cómo hincarle el diente a su rival. Era fácil: Karpin y López Rekarte exhibían una superioridad manifiesta en la banda derecha para amargar la vida a David por la deserción defensiva de Reyes, que no ha nacido para esa tareas menores.

El descanso concluyó el soliloquio de la Real, que decidió dar dos pasos adelante para buscar el partido más arriba. Entonces encontró al mejor Nihat, pero también se topó con el mejor Esteban, que arruinó uno tras otro los pícaros disparos del turco. Fue algo así como un mano a mano particular resuelto a favor del guardameta y, por lo tanto, del Sevilla, que tampoco huyó de los contragolpes para aminorar el ímpetu realista.

Por vez primera, la Real sufrió de impotencia rematadora. Más aún cuando Raynald Denoueix decidió sustituir a sus dos delanteros, especialmente a Nihat. La Real se hizo humilde y Esteban se felicitó por ello: las rotaciones le dieron un cuarto de hora de tranquilidad. Y el Sevilla se llevó el punto que buscaba.

Alkiza disputa el balón desde el suelo con el sevillista Baptista.
Alkiza disputa el balón desde el suelo con el sevillista Baptista.JESÚS URIARTE

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