Fernando Larraz, abogado laboralista, pionero en la defensa vecinal y obrera

Con la muerte de Fernando Larraz Sierra (Zaragoza, 1942), el sábado en Madrid, desaparece un representante notorio de una generación de profesionales del derecho comprometidos con las luchas obreras y vecinales del final del franquismo.

Con la formación jurídica adquirida en las universidades de Zaragoza y Trieste, donde obtuvo su graduación en Derecho Laboral, aterrizó en 1968 en el erial chabolístico que era entonces la barriada vallecana de Palomeras, en el "cinturón rojo" de Madrid. Se instaló, junto con otros compañeros aspirantes a jesuitas, en una de las chabolas siguiendo la orientación de compromiso con una clase obrera desamparada por la dictadura, marcada por el padre Llanos, que desde los años cincuenta vivía muy cerca, en el Pozo del Tío Raimundo.

En 1972 fundó con algunos de sus compañeros aspirantes a jesuitas el despacho de abogados de Palomeras, centro pionero de asesoramiento, en las barriadas periféricas de Madrid, a unos trabajadores desamparados y sometidos a la ley de la selva del franquismo y que pronto se convirtió en foco de oposición a la dictadura de Franco.

Fernando Larraz fue protagonista desde el "cinturón rojo" de Madrid de una época apasionante, el renacer del movimiento obrero y vecinal organizado, tras la Guerra Civil. Le faltaban horas para atender aquella demanda masiva de recursos ante la Magistratura franquista, de protestas vecinales de los chabolistas vallecanos contra una Administración arbitraria. También sacaba tiempo para defender a represaliados políticos en múltiples procesos del Tribunal de Orden Público franquista.

Fernando comprendió que su labor de defensa de los trabajadores era insuficiente y se comprometió con la izquierda política desde el barrio de Vallecas para acabar con la dictadura . Organizó y participó en innumerables manifestaciones vecinales sin abandonar nunca su papel de abogado defensor.

Una vez desmontada la dictadura y con la legalización de los sindicatos, centró su actividad en el asesoramiento jurídico del Transporte de Comisiones Obreras. Contribuyó a gestar la incorporación de las líneas privadas de autobuses de los barrios a la Empresa Municipal de Transportes. Cuando se derribaron las chabolas en Palomeras, Larraz siguió viviendo en el barrio que él había contribuido a reconstruir, con su asesoramiento, y transformarlo en Vallecas 2000.

Enfermó a mediados de los 80. Habiendo recuperado hace ocho años su salud física y anímica, el cáncer le venció el pasado sábado. Con él se va uno de los jóvenes comprometidos con la utopía a la que siempre ofreció dosis de optimismo realista y capacidad para solucionar conflictos a la que contribuía su inestimable afabilidad.-