Berlusconi muestra sus dotes de cantante
La cadena Tele-5 en Italia emite unas imágenes del primer ministro interpretando una melodía napolitana durante sus vacaciones en Cerdeña.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha demostrado ante las cámaras de televisión sus dotes de cantante al interpretar una romántica y popular melodía napolitana, música de la que es un gran aficionado. El popular programa satírico Striscia la notizia, de la emisora privada Tele-5, ofreció la noche del lunes en exclusiva unas insólitas imágenes tomadas este verano en Cerdeña y en las que el líder conservador, acompañado por un guitarrista, interpretaba una canción ante un grupo de amigos y familiares en los jardines de un lujoso hotel de la isla mediterránea. "Si alguien me interrumpe telefoneo a Putin y le envío al destierro a Siberia", comentaba con humor el primer ministro antes de arrancar con el tema Meglio 'na canzone (Mejor una canción), compuesta por Mariano Apicella, un desconocido artista napolitano que ha saltado a la fama gracias a su amistad con el jefe de Gobierno y que le acompañaba a dúo con la guitarra. Un Berlusconi sonriente y relajado aseguraba ante su divertido auditorio que la actuación era "una primicia mundial" mientras pedía un platillo con el que solicitar unas monedas al público y se lamentaba de un molesto viento "enviado sin duda por la oposición de centroizquierda". La audiencia del programa se acercó a los 13 millones de espectadores. Berlusconi se ganó la vida durante su juventud como cantante melódico a bordo de cruceros, y se ha hablado de que podría poner a la venta ahora un disco con canciones de amor. Sin embargo, algunos medios italianos apuntan que la emisión de las imágenes por Tele-5 (emisora propiedad del primer ministro), no fue "casual", sino que responde a una campaña para mejorar la imagen del líder conservador, dañada en los últimos tiempos por una serie de controvertidas declaraciones. Entre esas "salidas de tono" destacan su reciente defensa del dictador Benito Mussolini, así como la afirmación de que los jueces italianos son unos "perturbados mentales".
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