"Hacer teatro con discapacitados y no discapacitados es un éxito social"

Eduardo Fajardo (Pontevedra, 1924) tiene en su haber 175 películas de las que medio centenar son westerns rodados en el desierto de Almería. Ésa fue la razón por la que hace tres años se le distinguió con el Premio Almería Tierra de Cine. Sin embargo, su mayor éxito le ha venido por las tablas. Dirige, desde hace un año, a un grupo de actores discapacitados físicos y psíquicos que ha arrancado aplausos por toda la provincia con las obras Puebla de mujeres, de los hermanos Álvarez Quintero, y Quién me compra un lío, que llevarán a Macael el próximo 28.

Pregunta. ¿Por qué se metió en la aventura de dirigir un grupo de actores tan especiales?

Respuesta. La idea de hacer teatro para discapacitados y no discapacitados es un éxito social y del público. Ahora estas personas son las protagonistas y son ellos los entrevistados. Es una auténtica terapia.

P. ¿Cómo fue el arranque?

R. A través de la Federación Almeriense de Minusválidos. Allí conocí a personas y me percaté de que tenían algo que no tenían las demás: perseverancia, tesón y constancia. Quise hacer una prueba con la obra Puebla de Mujeres y resultó ser un auténtico éxito. Estos próximos días pasaremos por Macael, El Ejido y Adra con Quién me compra un lío. Y el año que viene iniciaremos otra obra que quiero llevar al resto de Andalucía.

P. ¿Qué ha aprendido de este grupo de actores?

R. Que el ser humano es muy vanidoso y se cree que se las sabe todas. Me han enseñado cosas como para escribir un libro. La actitud de un minusválido no es frecuente encontrarla en los demás.

P. ¿Considera que faltan iniciativas de este tipo?

R. A mí me gustaría que se levantaran otras banderas. Tenga en cuenta que hay tres millones de discapacitados en España. Es un colectivo a tener en cuenta y con muchas cosas que decir.

P. ¿Qué es mejor, actuar o dirigir?

R. Son cosas distintas. Actuar es lo que he hecho toda mi vida. Dirigir sólo puede hacerse si uno lo ha vivido antes como actor. Cuando no sucede eso rara vez el director es notable. Y no quiero llevarme a la otra vida la experiencia y los conocimientos que tengo. Quiero compartirlos.

P. ¿Por qué se implica tanto en los festivales de cortometrajes?

R. Por la finalidad de ayudar a jóvenes directores. Actúo de manera altruista y lo voy a volver hacer este año para estimular a otro joven. Es obligación de todo aquel que tiene experiencia dejarla aquí.

P. ¿Cambiaría algo de su vida profesional ahora que roza los 80?

R. He conocido alegrías, penas, cariño e ingratitudes. Me da mucho gusto haberlo experimentado y no cambiaría nada.