Simeone, en el punto de mira

Simeone, en el punto de mira. El futbolista argentino carga con las críticas por el mal juego del Atlético -dos derrotas en los tres partidos de la Liga disputados hasta ahora- y sus compañeros le han quitado el brazalete de capitán. En la pretemporada, el medio centro jugó con el hoy mallorquinista Colsa a su lado. Ahora rema solo y contracorriente. Sin alguien con quien compartir las faenas del hogar. Con una escoba que no es capaz de barrer tanta superficie. Con un compás inútil para trazar tantos círculos. Y ya sin la enseña de jefe del equipo. Quien llegase en julio como un refuerzo principalmente anímico se halla en el eje del huracán: se duda de su capacidad para asumir la responsabilidad.

Después del partido contra el Albacete, el segundo, el vestuario rojiblanco, en cónclave, decidió que el capitán tenía que ser el jugador que llevase más tiempo en el club de los que estuvieran en el campo. Un honor que el sábado, ante Osasuna, en El Sadar, recayó en Fernando Torres. En principio, Simeone había sido designado directamente por el nuevo entrenador, Gregorio Manzano, que argumentó que Torres, a sus 19 años, no está maduro para semejante tarea. El joven ariete no mostró entonces su desacuerdo con la decisión, pero recordó: "Siempre se designa al capitán por antigüedad".

Simeone zanjó ayer el tema con una invocación al sacrosanto código de la caseta: "Sus decisiones siempre son buenas". Para el veterano futbolista, que acogió las preguntas con una sonrisa plácida, la determinación fue de "todos". "Y yo la respeto", apostilló. No obstante, también dejó sentado que haber sido la referencia del Atlético contra el Albacete fue "un gran orgullo".

El campeón de la Liga y la Copa en 1996, que cumplió precisamente su partido número 100 con la camiseta del Atlético en Pamplona, seguirá siendo uno de los cuatro miembros de la plantilla que negocien las primas y sirvan de correa de transmisión entre el vestuario y los despachos. Los otros designados para esa labor son Aguilera, Santi y Burgos. La del césped varía y los capitanes serán, por este orden, Aguilera, Santi, Hibic, Torres, García Calvo y Burgos.

"El Atlético jugó mal ante Osasuna", confesó Simeone. Y uno de los motivos para que los rojiblancos se deshilvanasen por el terreno de El Sadar fue, según reconoció, "la cantidad de espacios entre las líneas". Simeone se sintió solo. Manzano ha insistido en que su sistema únicamente incluye un medio centro. No hay sitio para un compañero. El jugador que acompaña a Simeone -Jorge, ahora; Ibagaza, cuando se recupere de su lesión- juega mucho más adelantado. Colsa fue utilizado como moneda de cambio con el Mallorca para el fichaje de Ibagaza. "En la pretemporada tenía a Colsa, cuyas características son distintas a las de Jorge", comentó ayer el suramericano, que observó: "Colsa ocupaba más espacio en el centro".

Con Movilla bajo arresto por su negativa a negociar su incorporación al Mallorca, los posibles acompañantes de Simeone se reducen a dos: De los Santos y Rivas. Ambos llegaron cedidos poco antes de cerrarse el mercado veraniego. Ante Osasuna, el uruguayo actuó en el segundo tiempo junto a Simeone y después solo. "Jugamos mejor, pero tampoco muy bien", matizó Simeone, que rehusó abrir un debate público sobre si debe haber uno o dos jugadores en el medio.

"Si digo cómo estoy más cómodo, me convertiría en el entrenador", apuntó Simeone con cautela después de que en alguna otra ocasión dejara caer su interés por convertirse en defensa central. Pero insistió en lanzar mensajes sobre su incomodidad al recordar que, "si no recuperas la pelota, sufres" y que "con la distancia entre las líneas es más difícil poder ejecutar lo que tenías pensado".

Mientras tanto, Ibagaza, el bálsamo que se supone que curará todas las heridas y tapará todos los agujeros, siguió ayer de pruebas médicas por sus molestias en el sóleo de la pierna derecha.