"Italia tiene más espíritu que posibilidades técnicas"

Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz, Madrid; 1977) personifica la eficacia y la labor sorda, pero valiosa, en el juego. Es la otra cara de las estrellas mediáticas, el compañero más próximo y el que más debe complementarse en la cancha con Pau Gasol.

El pívot, de 2,04 metros, llegó a la selección española de baloncesto hace tan sólo tres años, los mismos precisamente que lleva en el Benetton de Treviso, italiano. En ese tiempo ha coleccionado títulos, dos de la Liga y una de la Copa, y medallas, la de bronce en el Campeonato de Europa de hace dos años, y se ha consolidado como un jugador de primerísima línea.

Por supuesto, conoce a la perfección al equipo italiano, que hoy disputará al español un puesto en la gran final de Estocolmo, al igual que el idioma de un país en el que se le aprecia y en el que hasta la familia Benetton, la propietaria de su club, se preocupa de que no le falte de nada.

"Ir al Madrid me hacía ilusión. Pero los clubes no se pusieron de acuerdo. Fue incómodo para mí"

"Este año estamos más confiados en nosotros mismos y queremos disfrutar de la ocasión"

Pregunta. A Italia siempre le cuesta arrancar en los campeonatos, pero lo cierto es que suele acabarlos metida entre los mejores.

Respuesta. Los italianos tienen una mentalidad de supervivientes. Incluso pese a las ausencias de Myers, Fucka y compañía tienen un espíritu que va más allá de sus posibilidades técnicas. Eso hace que en los momentos más difíciles se crezcan. Cuando todo el mundo les daba por muertos, aquí están, en las semifinales.

P. ¿Esperaba que reaccionaran como lo han hecho después de sus dos primeras derrotas, ante Eslovenia y Francia?

R. Psss... Entraba dentro de las posibilidades. No los descartaba, ni mucho menos. De lo que sí estaba convencido era de de que, si ganaban a Alemania, y de hecho lo dije a su debido tiempo, iban a eliminar a Grecia. Precisamente, porque forman un equipo que no se rinde nunca, que no se echa para atrás. Si dicen que están limitados técnicamente, cosa que yo no creo, con el corazón lo superan.

P. ¿En qué terreno pueden ustedes ganarles finalmente la partida?

R. Si salimos con su mismo nivel de dureza, con su mismo nivel defensivo, podemos hacerles daño en el ataque moviendo mucho el balón. Pero será todo muy complicado. Habrá que adaptarse a cómo vaya discurriendo el partido.

P. Se está acostumbrando a estar en las semifinales y las finales.

R. Al final, es lo que queda. A todos nos gusta ganar títulos, pero lo bonito es llegar lo más arriba posible. Gracias a que estoy en una selección campeona y en un equipo que también lo es, puedo disfrutar de ello.

P. Eso supone que hayan desaparecido los nervios de ocasiones anteriores.

R. Si vas a un Campeonato de Europa es para disfrutar, eso lo tengo clarísimo. Llegar a las semifinales se da una vez cada mucho tiempo. Hace dos años, en Turquía, ya las vivimos contra Serbia. No nos fue bien. Quizás, porque nos atenazamos demasiado. Este año estamos más confiados en nosotros mismos y queremos disfrutar de la ocasión. Todos hemos madurado y el grupo es más compacto que entonces, aunque ya diésemos un nivel excelente.

P. ¿Qué ha comentado con Bulleri y Marconato, compañeros suyos en el Benetton de Treviso?

R. Nos hemos reído. Nos dijimos que, si nos encontrábamos en las semifinales, seguramente acabaríamos a leches. Es una broma entre nosotros. Jugábamos, entre comillas, a eso. Son dos personas a las que aprecio mucho.

P. ¿Teme el catenaccio italiano?

R. Sí. Pero ellos defienden desde el concepto de grupo. Quizás en el uno contra uno no sean excelentes defensores, pero, desde luego, cuando hacen la defensa cinco contra cinco sí que lo son. Y eso es seguramente por trabajo del entrenador [Carlo Recalcati], que es un grandísimo entrenador. Va a ser muy complicado atacarles. Por eso tenemos que intentar jugar muy abiertos, con Pau [Gasol] dentr. A partir de ahí, de sus canastas, de lo que él genere, tendremos que aprovecharnos todos los demás.

P. Destaque algo de los jugadores italianos.

R. Galanda es, si no el mejor, uno de los mejores tiradores del país. Marconato es alguien al que siempre querría tener en mi equipo porque defiende, tapona y, pese a su mala fama, lanza bien desde tres o cuatro metros de distancia. Bulleri es el más completo porque penetra muy bien, dobla las esquinas y hace muchas cosas. Chiacig forma con Marconato una pareja de pívots muy duros y rocosos. Radulovic tiene mucho carácter y le encanta jugarse el tiro en los momentos más difíciles. No cuentan con un banquillo muy largo y por eso intentaran jugar con un ritmo pausado.

P. El Real Madrid quiso ficharle este verano, pero usted, que lleva ya tres años en Treviso, parece que quiera nacionalizarse italiano.

R. No. La situación fue muy incómoda para mí. Ir al Madrid me hacía mucha ilusión; mucha, mucha. Pero siempre desde el punto de vista de que tanto mi club como yo, como el propio Madrid, estuviéramos de acuerdo. Mi club se ha portado siempre muy bien conmigo. Estoy genial allá. Al cabo, no llegaron a un acuerdo los clubes. Sin más.

P. Va usted por todas, incluso en las tanganas, como el otro día ante Serbia, cuando hizo frente a un tipo como Drobnjak.

R. Hubo una agresión a Gasol que me pareció desmedida. Intenté poner un poco de paz. Lo único que pasó fue que las cosas se fueron un poco de madre, pero nada más.

P. ¿En Italia también le llaman gordo?

P. ¿En Turquía ganaba a Lucio Angulo a la play-station. Aquí, ¿a quién gana?

R. La play ya la he dejado. Ahora me dedico a la pocha, pero no se me da muy bien.

P. ¿Y a quién gana?

R. Pierdo bastante. Se me da mal. Pero en algo hay que pasar los ratos. Si no, te aburres mucho.

R. Pau o Alberto [Herreros]. Cualquiera de los dos. Son los que más ganan.