Sólo un juez aspira a la presidencia de la Audiencia Provincial
Francisco Vieira presenta su candidatura a una instancia plagada de problemas
Sólo un magistrado, Francisco Javier Vieira, ha presentado su candidatura a la presidencia de la Audiencia de Madrid tras la renuncia de su actual titular, Antonio García Paredes, a seguir en el cargo una vez cumplido su mandato. El plazo para las candidaturas ha expirado ya y lo previsible es que el Consejo del Poder Judicial nombre a Vieira presidente de una instancia judicial atenazada por fuertes demoras. Según los jueces, la ausencia de candidatos puede deberse a que el sueldo es sólo ligeramente superior y a que no quedan liberados del trabajo judicial.
En fuentes jurídicas llama la atención que sólo un magistrado se haya postulado para ocupar el primer sillón judicial de la Audiencia de Madrid, la instancia superior jerárquica de los alrededor de 400 juzgados unipersonales que hay en la región.
José Antonio Alonso, vocal progresista del Poder Judicial, explica que "Francisco José Vieira es un buen magistrado y un buen candidato" y que él "personalmente le apoya". No obstante, a Alonso le inquieta el hecho de que sólo haya un candidato a la presidencia de "un órgano judicial tan importante como la Audiencia Provincial de Madrid". "Es un fracaso de la Administración de justicia", advierte Alonso, y añade: "Encargarse, como juez, de la gestión política de un órgano judicial es muy desagradecido, ya que los gestores no reciben del Ministerio de Justicia los medios materiales adecuados para llevar a cabo su tarea y la de los compañeros a los que se representa, y se pierde mucho tiempo en esa tarea para luego obtener unos resultados pobres".
Alonso, miembro del sector progresista del Consejo General del Poder Judicial, el órgano de Gobierno de los jueces y magistrados de España, se lamenta de que los potenciales candidatos no concurren a estos cargos porque hallan "una total y absoluta falta de confianza, no ya sólo en el Ministerio de Justicia, sino también en el Poder Judicial". A Joaquín González, portavoz de la Asociación Francisco de Vitoria, le sorprende que sólo haya un candidato, si bien encuentra una explicación: "Los presidentes de audiencia no quedan liberados del trabajo de juez, el reparto de causas plantea problemas y, además, el sueldo es ligeramente superior, unas 30.000 pesetas". Entiende que, tal como está estructurado ahora, la presidencia no es una "plaza apetecible".
Vieira concurre a la presidencia de la Audiencia madrileña con el aval de gran parte de sus compañeros de la judicatura, que le consideran un buen profesional, independiente y con gran capacidad de gestión. De hecho, si fuese elegido por el Consejo, como es previsible, deberá valerse de esa capacidad para solventar los muchos problemas que aún hoy azotan a la Audiencia de Madrid, todavía atenazada por fuertes retrasos; sobre todo en su Sección Civil.
Procedente de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (situada en Las Salesas), Vieira llegó hace siete años a la Sección Primera de la Audiencia de Madrid, donde formó parte del tribunal que condenó a José Cristobal Castejón, el Mallorquín, por el crimen ultranazi de Costa Polvoranca.
Los fondos reservados
En la actualidad es presidente de la Sección Quinta de la Audiencia, integrada por los magistrados Jesús Guijarro y Arturo Beltrán Núñez. Ésta es la sección que juzgó el sumario de los fondos reservados del Ministerio del Interior y que supuso la absolución de los ex ministro José Luis Corcuera y José Barrionuevo y condenas de hasta siete años de cárcel para varios ex alto cargos del Ministerio del Interior; entre ellos, el ex secretario de Estado de Interior Rafael Vera. El asunto se halla ahora en el Tribunal Supremo.
La Audiencia de Madrid está compuesta por secciones penales, ubicadas en la calle de Santiago de Compostela, cerca de la Vaguada, y por secciones civiles, situadas en la calle de Ferraz. En sus tribunales penales se juzgan los delitos más graves (asesinatos, grandes estafas...) que acontecen en la Comunidad de Madrid. Y sus tribunales civiles deciden sobre recursos contra los juzgados de primera instancia en los que se mueven decenas de millones de euros. Tanto los tribunales civiles como los penales soportan graves problemas desde hace años. La Sección Civil es hoy objeto de un plan de choque para acabar con los endémicos atascos y retrasos que sufre desde hace una decena de años. Se han creado temporalmente 14 secciones civiles bis, con jueces que vienen incluso de otras provincias, para reducir la bolsa de asuntos atrasados. Hace dos años años la Sección Civil tenía un atasco de 25.000 asuntos y demoras de tres años.
En la actualidad, y gracias al plan de choque, las demoras se han reducido, pero la bolsa de asuntos sigue siendo muy elevada. La Audiencia comenzó el presente año con casi 16.000 asuntos atascados. La Sección Penal lo comenzó con 4.392 asuntos acumulados de años anteriores.
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