Desesperación y lágrimas
Que los nórdicos no desbordan en entusiasmo, es sabido. Sin embargo al inicio de la segunda parte del partido, el público finlandés se volcó para apoyar el esfuerzo de los chavales españoles. También ellos entendieron que el Brasil de la tarde era España y Brasil se asemejaba a un mal equipo inglés. La media docena de banderas españolas se agitaron por lo alto, mientras en la grada norte no cesaba el redoble de tambores a ritmo de samba.
"El resultado es injusto, porque en todo momento hemos llevado la iniciativa y el control del juego. Estoy feliz por el nivel de fútbol demostrado, pero no así con el resultado", dijo el entrenador español, Juan Santisteban.En cuanto al estado de ánimo de los jugadores, una vez concluido el partido, el técnico señaló: ""No le deseo a nadie estar en mi situación. Ver llorar a esas criaturas por una injusticia que no tiene explicación, poder palpar su angustia, su desesperación, es terrible".
Sin embargo en el balance general del torneo, Santisteban no se queda corto en superlativos. "Tenemos un equipo con alto espíritu ganador, con mucho orgullo y alta calidad". "Una de las agradables sorpresas de este torneo", continuó, "fue descubrir a Cesc en toda sus facetas de jugador". El entrenador reconoce que tiene en sus manos un generación extraordinaria de jóvenes promesas. "Mi experiencia", razonó, "me dice que hay que ser cuidadoso. He visto brillantes promesas que en un año han perdido muchas de sus cualidades por culpa del entorno, el dinero, las malas amistades y tantos otros factores que rodean el mundo del fútbol", concluyó.
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