_
_
_
_
EL AGOSTO DE SANTIAGO GRISOLÍA

Verano de descanso en Valencia

Para el bioquímico Santiago Grisolía viajar no es sinónimo de vacaciones. Más bien todo lo contrario. Dedica gran parte del año a participar en encuentros, certámenes y conferencias, por lo que su actividad laboral está estrechamente ligada a los billetes de avión. Aún recuerda los cuatro y cinco viajes anuales entre Estados Unidos y España que ha realizado durante largas etapas de su vida. Quizás por ello, el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, profesor distinguido del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Kansas Medical Center, además de responsable de la Fundación de Estudios Avanzados (FEA), ha preferido quedarse en su casa de Valencia y acudir a la FEA a lo largo del mes de agosto, como hace durante todo el año cuando sus obligaciones laborales por el extranjero y España se lo permiten. El año pasado sí viajo a Long Beach (California), a visitar a un hijo suyo, aunque cada vez acude menos ya que ambos viven en este estado de la costa oeste estadounidense, la más lejana de Europa. "Ahora, en vez de ir yo hacia allí, hago que vengan ellos aquí", comenta.

Pero además, a Grisolía, le gusta especialmente el aspecto que toma la ciudad cuando gran parte de sus habitantes la abandonan en dirección a sus destinos turísticos. "Me gusta mucho Valencia siempre, pero especialmente en agosto cuando no hay nadie", comenta el científico valenciano, quien reconoce que uno de los pocos inconvenientes de no salir de la ciudad es el calor que ha hecho este mes. Aunque esta circunstancia es más llevadera comparada con las temperaturas que ha aguantado en diversos lugares de Estados Unidos a lo largo de sus años de trabajo en este país. "Los veranos en Nueva York son muy duros, con edificios muy altos que no dejan correr el viento" recuerda. Aunque más calurosas fueron las estancias en Kansas City, donde "al bajar del avión recibías una bofetada de calor impresionantes con temperaturas superiores a los 40 grados".

A Grisolía le "horroriza" la idea de pasar un mes de vacaciones, "eso es muy aburrido". Por ello aprovecha el ritmo más relajado de trabajo que tiene en agosto en la fundación para abrir huecos en su actividad laboral y leer artículos o libros científicos a los que a lo largo del año no ha podido dedicar tiempo. Otra de las ocupaciones para la que le suele faltar tiempo al también presidente del Consell Valencià de Cultura es la de escribir artículos para colaboraciones periodísticas. "Generalmente, quizás por desviación científica, me cuesta bastante escribir y reescribo mucho los textos buscando que sean claros", por lo que aprovecha para dedicarse a estas tareas.

Pero para todo ello queda ya poco tiempo, a escasos días de septiembre. A estas alturas de mes, Grisolía ya tiene la mente en sus próximas ocupaciones laborales que pasan por los premios DuPont de la ciencia, que tendrán lugar en Santiago de Compostela a mitad de septiembre, un encuentro médico en San Sebastián y otro en Berlín durante el mes de octubre.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_