Ariel Rot, Amaral y Las Niñas llevan su música a la periferia

La capital sigue sufriendo la ausencia de las grandes estrellas, y vuelve a ser la periferia la que acapara la atención musical. Hasta Alcorcón se acercan Ariel Rot y Las Niñas, quienes mantienen más movido el verano. En Robledo es el dúo Amaral el que se erige en protagonista; y en San Sebastián de Los Reyes, otro dúo, las guineanas Las Hijas del Sol. Reinaldo Creagh acapara la atención en la capital con su doblete en el metro y en Galileo Galilei.

- Se mueve. Con escasa publicidad, pero con mucho tirón, se celebra la segunda acción de un extraño ciclo que ha organizado el metro de Madrid. Se llama Agosto en movimiento y consiste en anunciar actividades sin precisar fechas. Lo abrió hace unos días el pianista cubano Bebo Valdés con el cantaor El Cigala, y continúa mañana -casi por sorpresa- con el también cubano Reinaldo Creagh. Creagh es una de las grandes leyendas vivas de la música cubana, y su actuación en la estación de Nuevos Ministerios es un anticipo a lo que hará un par de días después en Galileo Galilei. Sus dos actuaciones tendrán un significado especial, tan recientes aún las muertes de Compay Segundo y Celia Cruz. Con espíritu similar, pero revisado por las nuevas generaciones, el combo Habana Abierta prosigue su presencia de todos los domingos de agosto en Clamores. Integrado por muchas personalidades distintas, Habana Abierta puede parecer una formación rockera, sonera, de canción de autor y hasta rapera, según quien asuma el mando en el escenario, que se turnan entre sus componentes.

- La vida en las afueras. Amaral pasó por Pinto y ahora acude a Robledo. La capital les espera en septiembre con dos noches en el Palacio de Congresos. La gira que les está llevando por los pueblos de la Comunidad les sirve para rodar su actual formato, que incluye violines y un concepto más acústico que el mostrado anteriormente, eminentemente rockero. Estrella de mar, su multipremiado último disco, sigue siendo la base de su repertorio musical.

Ariel Rot también lleva su rock and roll inteligente por todos los rincones de la geografía, y esta semana se deja ver en Opción. Lo siento, Frank es su reciente disco, todo un ejercicio de estilo con el que confirma una enorme personalidad que supera sus pasos por formaciones tan míticas como Tequila o Los Rodríguez.

Las Niñas, de plena actualidad por ese alegato rapeado contra la guerra, también se acercan a Opción. Formado por Alba Molina, Aurora Power y Vicky G. Luna, Las Niñas se han dado a conocer con Ojú, un disco debú en el que, mezclando música negra y rollito sureño, derrochan letras descaradas de compromiso y actitud.

El rock gitano de Chopo, el de ecos rollingstonianos de Bueyes Perdidos, el que busca en el viejo blues de Los Reyes del KO o Tito Larregui, son otras propuestas que se dejan oír lejos del centro de la capital, una zona desierta para el rock, que esta semana apenas cuenta con un poco más de un par de actuaciones destacadas, como la que ofrecerán los mexicanos Cast en Luna Mulata, o Venus y Dwomo en Siroco, club que reanuda su Operación Bikini.

- El jazz y África. Consagrado en pocos meses como uno de los templos del jazz en Madrid, Calle 54 cambia de artista esta semana y a su escenario sube la banda del baterista Larry Martin. Considerado uno de los mejores músicos de jazz en su instrumento, Larry vuelve a contar con la cantante Doris Cales, otra neoyorquina que pasa largas temporadas en Madrid, para recrear grandes estándares del género y composiciones propias.

El ciclo A todo jazz, que ocupa agosto en Clamores, acoge esta semana al cuarteto del saxofonista Pedro Iturralde, uno de los pioneros del jazz en España. Otros dos saxofonistas, Richie Cole y Bobby Martínez, alto y tenor, respectivamente, son los que pasan entera la semana en el Central, el veterano club de jazz que estos días celebra sus 21 años de existencia.

África tiene presencia en Madrid con Bidinte, el guitarrista, compositor y poeta de Guinea Bissau. De Guinea también, pero de la ecuatorial, son Las Hijas del Sol, el dúo formado por Piruchi y Paloma, de hermosas armonías vocales heredadas de la tradición bubi, etnia a la que pertenecen y que se ubica geográficamente en Bioko, la antigua Fernando Poo española. En diferentes escenarios, la africanidad de Madrid también se deja ver con las actuaciones de Seydina Ndiaye y Boubacar Fall.