Descanso en Sedaví

En septiembre saldrá a la venta Espècies Protegides, la última novela de Ferran Torrent. Se trata de la segunda parte de Societat Limitada, la obra con la que el autor fue reconocido con el Premio de la Crítica a la mejor novela publicada en catalán en 2002, un galardón que concede la Asociación de Críticos Españoles. Torrent entregó en julio el original a la editorial después de meses de trabajo que le han dejado agotado y sin ganas de moverse de su casa de Sedaví en verano. Y a pesar de que el final de la novela haya coincidido con el inicio de las vacaciones estivales, el novelista no tiene programado ninguna salida para este mes.

"Estaré todo agosto en Sedaví, he acabado la novela muy cansado y con el calor que hace no me apetece nada irme", comenta el autor de Un negre amb un saxo. Torrent destaca que no le molesta quedarse en casa durante el mes más cálido del año. Más bien todo lo contrario: "El pueblo se vacía y se queda más tranquilo" lo que le permite aprovechar más el tiempo y mantenerse al margen de las llamadas y visitas que tiene que atender a lo largo de todo el año. "En agosto cada día vale por tres", comenta.

Una vez acabado el libro que le ha ocupado los últimos meses, el novelista valenciano cuenta entre sus planes dedicar tiempo a la lectura, además de salir con amigos a comer o cenar. Entre las lecturas pendientes se encuentran A la caza del viento, de Clara Goll, y Ara si que toca, un libro de Francesc Marc Alvaro sobre Jordi Pujol y la política catalana. Junto a ello, pretende hacer ejercicio físico. "A lo largo del año suelo ir al gimnasio entre dos y tres veces a la semana, aunque en verano cerrará", por lo que pretende hacer footing o cualquier otro deporte individual: "Es más cómodo que el colectivo, no necesitas a nadie".

Para viajar, el autor de Gràcies per la propina, prefiere los meses que están fuera de la temporada turística, "nunca en verano", ya que tanto el desplazamiento como el alojamiento es más barato y "te evitas los agobios, los retrasos en los aviones, los follones con las maletas o las aglomeraciones". Así lo ha hecho en sus numerosos viajes por América ya que, por su trabajo, puede permitirse un paréntesis laboral, acompañado por amigos con profesiones liberales que también pueden interrumpir la rutina laboral. Además huye de los viajes organizados: "No soy turista, ni me gustan los viajes en grupo, prefiero ir a la mía".

Con todo, como él mismo admite, en las vacaciones Torrent se describe como una persona imprevisible "en contra de mi forma de ser en el resto de facetas de mi vida, en las que me gusta planificarlo todo". Por ello, no descarta una pequeña escapada, probablemente al que llama su "refugio":

la Andorra no urbana, especialmente Ordino y Soldeu, pero como mucho de tres o cuatro días. El viaje largo vendrá después, pero tendrá que ser una vez acabada la promoción de la última novela que se alargará durante los meses de septiembre y octubre.