"¿Creído?, es que he tenido una buena progresión"

Albert Riera Ortega, de 21 años, natural de Manacor (Mallorca), debutó el pasado sábado con su nuevo equipo, el Girondins de Burdeos, en la segunda jornada de la Liga francesa: 0-1 frente al Montpellier. Pese a la derrota y la falta de ritmo, la prensa local alabó la calidad del ex jugador del Mallorca, que disputó 70 minutos. "Su pie izquierdo es magnífico", dijo ayer L'Equipe sobre este interior zurdo, mallorquinista desde los 14 años, procedente de una familia barcelonista y antiguo recogepelotas en el desaparecido estadio Lluís Sitjar.

Pregunta. Cinco temporadas firmadas con el Girondins en las que cobrará unos cinco millones de euros.

Respuesta. No es sólo es el dinero. El mercado, en España, está estancado y ellos han apostado fortísimo por mí. Me quedaba un año más de contrato con el Mallorca y yo quería renovarlo o firmar otro nuevo porque tenía todavía la ficha del filial después de tres campañas.

"Dejar la Liga española es un paso adelante; algunos salimos de ella porque no hay más remedio"

P. ¿Y no tenía ofertas de otros equipos españoles?

R. Sí. El Deportivo, el Barcelona y el Atlético hablaron conmigo, pero sin nada en firme. En España nadie me ha dado lo que en Francia, nadie se ha decidido por mí.

P. ¿Le apetecía realmente jugar fuera?

R. No me lo había planteado nunca hasta que llegó la oferta del Burdeos. También pensé en seguir en el Mallorca, claro. Lo habría hecho de no haber otras ofertas.

P. Tristán, Luque, usted... El Mallorca se desprende cada año de una promesa.

R. Yo estaba a disposición del club y ésa es su política. Todos los clubes están necesitados, mucho más que antes. Ahora todo se mira con lupa porque se mueve menos el mercado. Espero que en el Mallorca la situación se arregle con la ampliación de capital y lo que cobre de los derechos de televisión.

P. De Pedro dice que al futbolista extranjero se le valora más que al español.

R. Tiene razón, está demostrado. No sé si es por la apariencia o por qué, pero, aparte de Raúl, en España prima el jugador extranjero sobre el nacional. A mí, por ejemplo, se me valora más ahora que juego en Francia.

P. Todo el mundo dice que tiene usted un gran futuro. ¿Se lo tiene creído?

R. Es que he tenido una buena progresión, aunque me queda mucho por mejorar. Me he ido a Francia con la cabeza arriba. Lo mejor en estos momentos, por las condiciones, era irme.

P. ¿Por qué?

R. En el Mallorca estaba muy cómodo, en un equipo de la mitad de la tabla, pero necesitaba la motivación de luchar por un título. Eso me lo da el Girondins, que es como el Depor o el Valencia en España y, además, un espejo para las Ligas europeas.

P. Después de ganar la Copa del Rey y clasificarse para la de la UEFA, ¿no es un paso atrás dejar la Liga española?

R. No, no. Dejar la Liga es ahora un paso adelante seguro. Hay jugadores que salimos de ella porque no hay más remedio. Y la Liga francesa es muy competitiva.

P. ¿Cómo es Burdeos?

R. Es una ciudad muy tranquila, a apenas 20 minutos del mar y a dos horas en coche de San Sebastián. No es una capital grande y a mí la tranquilidad me viene mejor. De francés, lo justo; sólo sé unas cuantas palabras.

P. ¿Ha hablado con algún compañero que haya jugado allí?

R. Sí, con Arteta, que estuvo en el París Saint Germain. Me cuenta maravillas sobre la Liga francesa.

P. La pasada fue su mejor temporada, aunque sólo marcó cuatro goles en 36 partidos. ¿Ha cambiado su mentalidad?

R. No; lo que me ha cambiado es la experiencia. He entrado poco a poco en el equipo y el entrenador [Gregorio Manzano, ahora al frente del Atlético de Madrid] me dio mucha confianza. Ha sido un proceso largo. No me he hecho en un día.

P. ¿Cómo se define?

R. Un jugador de la banda izquierda, ofensivo, y que ha dado un paso muy importante en la defensa. Ya no me cuesta tanto defender.

P. Usted admira muchísimo a Stankovic. ¿Qué fue lo que aprendió de él?

R. A los 14 años, yo era recogepelotas en el Lluís Sitjar, cuando entrenaban Mané y luego Cúper, en Segunda. Me ponía siempre en la banda de Stanko y luego le imitaba, como los niños. Aprendí sus movimientos en el campo, cómo dar al balón para centrar... Su pierna izquierda es un guante.