El primero de Beckham
El inglés anota de falta con el Madrid para regocijo de sus patrocinadores y su audiencia japonesa
El primer gol de Beckham con la camiseta del Madrid fue de falta directa, al segundo intento y ante un público que paga por verle más que ningún otro en el mundo. Allí estaba su audiencia japonesa, la más rica y más numerosa, la misma que le convierte en una marca internacional. Fue tan perfectamente oportuno el tanto que se pareció al montaje de un anuncio. Lo celebró con los brazos en cruz, como si fuese un gran logro, mientras sus compañeros se le unían para felicitarlo. Y allí se resumió el sentido de toda la gira del Madrid por Asia. En ese momento los patrocinadores se sintieron recompensados con creces: Pepsi, Audi, Nikon, Siemens, Adidas, Chocolates Meiji... El efecto Beckham se propaga más rápido que nunca.
TOKIO 0 - REAL MADRID 3
Tokio: Doi; Kaji, Kanazawa, Fujiyama, Boniwa; Miura, Miyazawa, Baba, Toda; Kelly y Abe (Eun, m. 46).
Real Madrid: César; Salgado, Rubén (Pavón, m. 46), Helguera, Raúl Bravo (Roberto Carlos, m. 46); Figo (Celades, m. 76), Beckham, Makelele (Cambiasso, m. 46), Solari; Raúl y Portillo (Ronaldo, m. 46).
Goles: 0-1. M. 38. Beckham, de falta directa al segundo palo desde el vértice izquierdo.
0-2. M. 45. Solari, a bocajarro.
0-3. M. 88. Ronaldo se pasa el balón por detrás de la pierna de apoyo, supera al defensa y cruza con la derecha desde fuera del área.
Árbitro: Okada (Japón).
65.000 espectadores en el estadio Nacional.
En lo que va de pretemporada Beckham no había ensayado los tiros libres, pero conserva intacto su don. Tiene un talento natural para enviar el balón con dirección y tersura a donde quiera. Unida a su planta de Apolo, esta facultad le ha convertido en una especie de parámetro estético de la juventud japonesa. Minutos después del gol, en el descanso, la pantalla gigante del marcador del campo transmitió cinco anuncios publicitarios protagonizados por él y producidos hace un mes, cuando visitó Tokio para rodarlos. Uno le muestra en la playa con su mujer, Victoria, presentando la marca de cosméticos Tokio Beauty Center. Otro es de Pepsi. Otro, de Adidas. Otro, de alquiler de coches. En el último se tumba en un sofá y come chocolatinas japonesas Meiji. Como dijo Solari al salir del vestuario, en broma: "A lo mejor Beckham ya saturó el mercado y tienen que fijarse en alguno de nosotros".
El Tokio fue un equipo bisoño y predecible, con dos o tres regateadores y un brasileño que pone la pimienta, un tal Kelly. Demasiado poco para estropear la estrategia económica y mucho menos para poner en dificultades al Madrid, que jugó sin Guti ni Zidane, que sufren contracturas musculares. Sin los dos enganches, el técnico, Carlos Queiroz, debió improvisar. Primero eligió a Figo para sustituir a Zidane en la media punta de un esquema de 4-3-1-2, con Beckham de volante ofensivo, tirado a la derecha de Makelele. Enseguida Figo pasó a la derecha y Beckham se quedó atrás, como organizador puro. El inglés funcionó en los dos puestos y sirvió un par de pases a Portillo que debieron confundir al delantero: el balón le cayó en los pies y se desconcertó, solo ante el portero. Sus centros son novedosos por la forma de la ejecución, quizá poco ortodoxa. Nadie en la historia ha tenido esa facilidad.
"En dos partidos, Beckham ha intentado cuatro posiciones", dijo Queiroz; "hoy ha sido él mismo. Como medio centro, le conozco muy bien. He observado varios partidos suyos en esta demarcación, con Inglaterra y con el Manchester, y sé muy bien que es fantástico". Los jugadores del Madrid se expresaron con la independencia que les engrandece y no se desordenaron, algo explicable por el bajo nivel del equipo japonés. Queiroz habló de la táctica: "Más importante que el sistema son los movimientos de los jugadores. Comenzamos con una estructura y luego cambiamos, por el rival. Lo importante es que las tareas colectivas se desarrollen con armonía y eficiencia. Si salen dos o tres jugadores, alguien tiene que cubrir siempre sus posiciones".
El Madrid comenzó lastrado por la ausencia de un punta que diera salida a las jugadas. La entrada de Ronaldo en el segundo tiempo multiplicó la posesión y las ocasiones. Con la ayuda de Roberto Carlos, Raúl, Solari y Beckham, se adueñó del partido. Culminó la noche con un gol fantástico tras asombrar al japonés que le marcaba y a la afición con una finta mezcla de rabona y regate.
Otros resultados (lunes): Trofeo Teresa Herrera: Deportivo, 2 (Valerón y Ortiz en propia meta); América de México, 2 (3-4 en los penaltis). Stuttgart, 1; Málaga, 3 (Luque, Duda y Gavilán). Leonesa, 0; Valladolid, 4 (Ciric, dos, uno de penalti; Chema y Makukula).
Hoy: Trofeo Teresa Herrera: Deportivo-Nacional de Montevideo (21.30, TVG). Monterrey-Atlético, Volendam-Athletic, Bolton-Mallorca, Constantina-Sevilla, Palencia-Valladolid y Woerden-Zaragoza.
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