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CULTURA Y ESPECTÁCULOS

La Battlefield Band triunfa en los festivales 'folk'

Los escoceses encabezaron los festivales de Zas y Pardiñas este fin de semana

Se bautizaron como la Banda del Campo de Batalla por la contundencia de su propuesta sonora, que hereda toda la energía de la música tradicional que crece en las tierras altas escocesas. Un cuarto de siglo después de su fundación, la Battlefield Band se mantiene en muy buen estado de revista, como sus cuatro componentes actuales han demostrado este fin de semana en dos de los festivales folclóricos más veteranos y concurridos de toda Galicia. Los escoceses encabezaron el sábado el cartel de la decimonovena Festa da Carballeira de Zas (A Coruña) y anoche hicieron lo propio con la Festa da Música e da Arte de Pardiñas, en Guitiriz (Lugo), una cita que, durante 24 años ininterrumpidos, congrega a no menos de 10.000 almas el primer domingo de agosto.

El teclista y cantante Alan Reid es el único miembro fundador de los batties que ha permanecido en el grupo desde 1977. La alineación titular la completan en la actualidad el espléndido guitarrista Pat Kilbride, el jovencísimo violinista Alasdair White y el estadounidense Mike Katz, "probablemente el primer gaitero celta de ascendente judío", según Reid se encarga de recordar con franca sonrisa. Dos discos recientes de la Battlefield Band coinciden estos días en las tiendas: una amplia antología con motivo de las bodas de plata (The best of) y el material nuevo incluido en Time and tide, su disco número 23.

"Time and tide suena a la Battlefield, como siempre", corrobora Reid, "pero la presencia de Kilbride lo hace algo más guitarrístico e irlandés que sus antecesores". En su opinión, la música escocesa y la irlandesa "comparten un mismo lenguaje, aunque con un diferente acento, mientras que las diferencias con Gales y la Bretaña francesa ya son mucho más considerables".

En su cita con la pradera de Pardiñas, la Battlefield Band compartió cartel con sus paisanos de Clann an Drumma y con una formación italiana muy prometedora, Piccola Bottega Baltazar. Este quinteto de Verona conjuga devociones dispares, del jazz al tango y de la chanson francesa al klezmer judío. Su primera formulación discográfica, aún inédita en España, en un homenaje al mítico cantautor Fabrizio de André bajo el título Poco tempo, troppa fame.

Zas y Pardiñas comparten una vocación similar, el encuentro de los sonidos de la tierra con un entorno natural adecuado y la posibilidad de disfrutar de buena música en directo sin tener que pasar por taquilla. Su éxito y longevidad tienen algo de romántico: los dos nacieron por iniciativa de pequeñas agrupaciones culturales y han sobrevivido con imaginación y sin ayudas institucionales. Hoy, Pardiñas puede presumir de un historial más abultado que Ortigueira, el célebre encuentro coruñés del mes de julio.

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