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Entrevista:KOSUKE KITAJIMA | Medalla de oro y plusmarquista mundial en 100 y 200 braza | CAMPEONATOS DEL MUNDO DE NATACIÓN | Los triunfadores

"Aquí, cuando en el hotel conecto la televisión, sólo hablan de fútbol"

Los Mundiales de Barcelona permanecerán siempre en el recuerdo de Kosuke Kitajima. A sus 20 años, saltó a la piscina del Sant Jordi como una de las más firmes promesas de la natación mundial y salió de ella convertido en el rey de la braza. Nadie le hizo sombra en las pruebas de 100 y 200 metros. No sólo ganó las dos medallas de oro, sino que estableció nuevos récords mundiales en las dos distancias. Y no se conforma. "Aún aspiro a más", asegura. "Mi reto ahora es bajar de los 2 minutos y 8 segundos en los 200". La marca la tiene establecida en 2m 09,42s. En los 100, Kitajima fue el único que nadó por debajo del minuto: 59,78s. El japonés, que disputará el domingo el relevo 4x100 estilos, sale de Barcelona convertido en una estrella.

"Tuve que perfeccionar y alargar la brazada; no puedo competir en potencia y envergadura"
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Pregunta. ¿Es consciente del revuelo que ha organizado en Japón?

Respuesta. Sí. Sé que ha habido muy buenas audiencias de televisión y que la gente me sigue con intensidad. Pero hasta que no regrese a Japón no podré evaluar exactamente los efectos.

P. ¿Se imaginaba que en Barcelona podía ocurrir algo así?

R. Era mi objetivo desde hacía mucho tiempo. Quería ganar el oro y batir los dos récords mundiales. Lo había preparado bien. Y estoy contento de que se haya producido en Barcelona.

P. ¿Qué ha cambiado con respecto a Fukuoka 01, donde no pasó de un bronce?

R. Allí mi objetivo era ganar una medalla. Y lo conseguí, porque fui tercero en los 200. En Barcelona he sido más ambicioso. Pretendía ya ganar las dos medallas de oro y ser el más rápido del mundo. La diferencia más sustancial es que conseguir mi primera medalla dio otra dimensión a mi carrera. Subí un peldaño y mis miras fueron más lejos. Y todo eso me obligó a realizar un trabajo constante y duro que me permite competir a un nivel más alto.

P. ¿Ha cambiado sus métodos de entrenamiento después de Fukuoka?

R. No hay diferencias. Sólo el hecho de que he entrenado más en altitud, especialmente en el Centro de Alto Rendimiento de Granada.

P. ¿Ha modificado su técnica para asaltar los récords?

R. Nada fundamental. Lo que sí ha cambiado es que me he visto obligado a perfeccionar la brazada para hacerla más larga, porque no puedo competir con los demás en potencia: tienen mucha más envergadura.

P. ¿Cómo ha logrado el doblete, 100 y 200 braza, algo que ha ocurrido muy pocas veces?

R. Es difícil, pero ya lo había hecho el italiano Fioravanti en Sydney. Ganó en las mismas distancias. Por mi parte, no me planteo entrenamientos específicos para los 100 y los 200 metros. Puede que otros lo hagan. A mí me funciona mi sistema.

P. ¿Qué importancia tiene la natación en Japón?

R. No es uno de los grandes deportes, pero es el más importante de los minoritarios. Espero que con mis victorias consigamos situarlo entre los grandes.

P. ¿Necesita marcarse retos personales para mejorar?

R. Constantemente. Siempre hay un tiempo que quiero mejorar, un récord que quiero bajar. Y eso me incentiva a trabajar cada día.

P. Con lo que ha logrado en Barcelona, ¿de dónde sacará la motivación para Atenas?

R. Obviamente, mi planteamiento en los próximos Juegos es repetir mis dos medallas.

P. En las semifinales de 200 braza pareció reservarse el récord para la final.

R. Es cierto. Lo hice. Quería ir a la máxima velocidad en la final y lograr allí la marca.

P. ¿Cuál es su filosofía de vida?

R. No me planteo estas cuestiones por ahora.

P. ¿Ha recibido felicitaciones de las autoridades de su país?

R. No. Todavía, no.

P. ¿Su fuerza es más física o mental?

R. Tengo mucha confianza en mi fortaleza mental. Pero es evidente que eso debe ir acompañado de una excelente preparación física.

P. ¿Realiza alguna preparación especial contra la presión?

R. En absoluto. Salgo siempre muy motivado y la presión no me afecta. En todo caso, la positivizo y eso me permite nadar mejor y más rápido todavía.

P. ¿Cuáles son sus ídolos?

R. Nadadores que han obtenido medallas en otros campeonatos. Ian Thorpe, por ejemplo. Le respeto porque trabaja de forma profesional y, como yo, se plantea objetivos y los asume.

P. Cuéntenos su vida.

R. Es todo muy normal. Comencé a nadar a los 10 años en braza, porque ganaba a mis compañeros. Desde entonces, lo que más recuerdo son muchas horas de trabajo.

P. ¿Ha visitado algo de Barcelona durante estos días?

R. No he tenido tiempo. He estado centrado en nadar.

P. ¿Conoce al Barcelona o al Real Madrid?

R. Sí, porque cuando conecto la televisión en el hotel sólo hablan de fútbol. En Japón ya les había visto a veces. Pero da igual, si no, me habría sido imposible marcharme de aquí sin saber nada de estos dos clubes.

El japonés Kitajima, con un abanico con la bandera de su país.
El japonés Kitajima, con un abanico con la bandera de su país.EFE

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