Un agujero en la hemeroteca de Aznar
El 5 de marzo, el presidente José María Aznar afirmó en el Congreso: "Permítanme detallar algunos ejemplos extraídos de los informes de los inspectores [de la ONU] que dejan clara la falta de voluntad de Irak para eliminar las armas de destrucción masiva que posee y los programas que desarrolla para obtenerlas. Con respecto al programa de armas nucleares, Irak ha intentado, en los últimos años, hacerse con tubos de aluminio de alta calidad, aptos para enriquecer uranio. Además, ha intentado hacerse regularmente con stocks de este mismo mineral...".
Fue EE UU, no los inspectores de la ONU, quien afirmó que Irak había comprado los tubos de aluminio, para la presunta fabricación de bombas nucleares. Por otra parte, no fueron los inspectores de la ONU quienes, como ha afirmado Aznar, dijeron que "Irak ha intentado hacerse irregularmente con stocks" de uranio. Esto fue una afirmación del Reino Unido y EE UU, según los cuales, Irak pretendió adquirir en un país africano, Níger, uranio enriquecido, entre 1999 y 2001. Esta sospecha fue verificada por la Organización Internacional de la Energía Atómica, OIEA.
El 7 de marzo de 2003, Mohamed El Baradei, director de la OIEA, afirmó que "no hay pruebas de que Irak esté reactivando su programa nuclear" y añadió sobre todo: "La OIEA ha progresado en su investigación sobre los informes según los cuales Irak intentó comprar uranio a Níger (...) y ha concluido (...) que estos documentos no son auténticos. Por tanto, (...) las acusaciones son infundadas".
El 16 de marzo, Bush, Blair y Aznar acusaron en las Azores a Sadam, entre otras cosas, de no cumplir "las resoluciones del Consejo de Seguridad, que exigían el desarme de su capacidad nuclear".
El 18 de marzo, Aznar volvió sobre el tema nuclear, y al mencionar la vinculación de Sadam con los grupos terroristas, señaló: "Además está dispuesto a acceder en cuanto pueda a elementos con un componente nuclear". El pasado martes, Aznar señaló que todas sus palabras referidas a las armas de destrucción masiva "están fundamentadas en los inspectores de la ONU". El secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timermans, envió una carta a este periódico en la que afirma que Aznar no podía insistir el 5 de marzo en una afirmación que había sido desautorizada el 7 de marzo por el director de la OIEA.
El acto fallido de La Moncloa es claro: han omitido las 14 palabras de la comparecencia de Aznar el 18 de marzo ante el Congreso: "Además está dispuesto [Sadam] a acceder en cuanto pueda a elementos con un componente nuclear".
Aznar, insistía pues, al hablar de elementos "con un componente nuclear" en la historia que la OIEA había calificado como una falsedad.
George Bush había introducido en su informe sobre el Estado de la Unión del 28 de enero 17 palabras: "El Gobierno británico ha sabido que Sadam Husein intentó recientemente obtener cantidades significativas de uranio en África". La Casa Blanca admitió el 8 de julio que se trataba de un error. La CIA asumió la responsabilidad por ello.
Aznar, por lo visto, dispara con pólvora de Bush y de Blair, sin asumir ningún error ni responsabilidad.
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