El Barça ya pelotea

Ya está el Barça peloteando. Signo de impaciencia, más que nada por recuperar el terreno perdido en los últimos cuatro años, y también de confianza en la nueva directiva de Joan Laporta, elegida por una mayoría tan absoluta que no le hace falta aguardar a nadie para empezar el curso. Ni siquiera a Ronaldinho. Ya sabe de sobras el brasileño que en el Camp Nou se le espera, así que el tiempo que tarde en llegar corre de su cuenta y sobre todo de sus ganas, y, obviamente, de las negociaciones entre el París Saint Germain y del Manchester United, que parecen echar en falta al Barça en la subasta.

Tanto desde Francia como en Inglaterra cuentan que Álex Fergusson se puso a llorar el miércoles por la noche cuando supo que su Ronaldinho esbaba más cerca del Camp Nou que de Old Trafford. Ocurrió que el Manchester rebajó su oferta de 35 millones de euros a menos de 30 a la que supo que el Barcelona se había plantado. Y el PSG ofreció al futbolista al club azulgrana como represalia. Y así anda de enredada la cosa, con el Barça de nuevo en la mesa de negociaciones, alentado por el interés del propio jugador.

Más que al equipo, Ronaldinho le vendría especialmente bien al club, que necesita de un fichaje mediático para relanzarse en un mercado dominado por el Madrid, el Manchester y los italianos. A Rijkaard, el nuevo entrenador, le sobran los media punta, pero le sigue faltando un central, y un lateral zurdo y un medio defensivo y un ariete, posiciones sobre las que le viene dando vueltas desde hace tiempo.

No encuentra el Barcelona un portero de garantías, y de ahí el fichaje de Rustu, la única novedad en el primer entrenamiento de la pretemporada celebrado ayer, pues Luis García ha sido repescado del Atlético. Todavía busca al sustituto de Figo, después de haber probado con Simao y Geovanni, y ahora lo intenta con Ricardo Quaresma, otro portugués, de 19 años, procedente del Sporting de Lisboa, que fue presentado ayer, más como una apuesta a medio que a corto plazo. Le falta aún un central físico, pese a que ha tenido unos cuantos y se acaba de desprender de Christanval, al que le ha liberado para ahorrarse la ficha de los tres próximos años de contrato. Y, una vez asegurada la continuidad de Kluivert, ha reabierto las negociaciones con Cissé, el ariete del Auxerre- pide 30 millones de euros-, para suplir una sequía de goles alarmante desde Rivaldo y Ronaldo.

A Rijkaard le faltan tantas piezas como las que le sobran (Bonano, Enke, Alfonso y Dani especialmente, aunque Gerad y Riquelme tampoco tienen la taquilla asegurada), pero en su estreno como técnico azulgrana mostró un contagioso optimismo. Ayudado por Eusebio y Unzué, que cuidará de la preparación de los porteros, Rijkaard procuró ejercer en el campo con la misma confianza que Laporta en el palco. Desde la complicidad y el compromiso, el Barça empieza a levantarse de la cama con gran cuidado después de una larga enfermedad.