España pasa con notable su primer examen ante Grecia

España, con mejor defensa que ataque, cumplió con notable el primer examen en su carrera soñada de la medalla ante una Grecia más irregular. Hoy será la asignatura más difícil, ante la campeona olímpica, Serbia y Montenegro.

La selección pareció imparable nada más empezar el juego, pero fue un espejismo. Tan raro que Rafa Pascual llevó su genialidad a conseguir el 3-0 pasando el balón en la red con el pie. El 6-1 presagiaba un paseo en el primer set, pero en la élite los equipos están demasiado igualados salvo los cuatro grandes, Rusia, Brasil, Serbia, ya ganadores ayer, e Italia, que suelen estar un poco por encima. Grecia, que ha subido con el impulso de sus Juegos de Atenas 2004, como España para Barcelona 92, se asentó en la pista y tras forzar primero los errores españoles, bloqueó (5-2) y remató mejor (11-9). Se impuso, 25-22. El colocador Prenafeta no estuvo fino y hasta Pascual se quejó al fallar algún remate por no levantarle bien el balón. Enfrente, en cambio, el ex búlgaro Baev, fue el mejor de un bloque compacto, tanto en remate como en recepción.

España tenía que reaccionar y la entrada de Kike de la Fuente por Suela, fue clave. Dio confianza al equipo, y Salvador se agigantó con él. Hasta cinco bloqueos fueron suyos y el equipo se fue desde el 15-13 al 19-14 en el segundo set. Los errores pasaron a ser del rival y sólo Falasca desentonó en el remate, lo que permitió acercarse a Grecia hasta el 21-18. Pero le suplió Saucedo y el cambio sirvió para empatar el partido, 25-21.

España seguía sin dominar en los remates, pero le bastaron los bloqueos, que confirmó en el decisivo tercer set, pese a la mayor altura griega. Se fue desde la mitad de la manga, 11-7 y 13-8, y volvió a peligrar al final, pero la irregularidad griega ni siquiera aprovechó un error arbitral que puso un inquietante 22-20 en el marcador. Un fallo en el saque del colocador griego y dos remates ¡cómo no! de Rafa Pascual, permitieron el 25-22 y el 2-1 para España. Prenafeta ya le servía balones perfectos al capitán y eso continuó, como la gran defensa, en el cuarto set. España mandaba ya, y aunque de nuevo se acercó Grecia al final, logró el último 25-23 compensando varios fallos en los saques con remates de Pascual y Saucedo y, de nuevo, con los bloqueos.