En un lugar de La Mancha....
En un lugar de La Mancha por todos conocido, en la denominada piel de toro, asistimos a una corrida de la beneficencia, en la que el público, muy dispuesto, se divirtió y pidió orejas siempre que le fue posible. Joselito, en su primero, estuvo a gustito, con un toro noble que acusó la vuelta de campana sufrida al salir del único puyazo breve que recibió. La faena fue construida a tenor de las condiciones del burel. Una tanda de naturales y una serie por el pitón derecho sin la ayuda del estoque simulado, fue lo más limpio que el madrileño realizó. En el cuarto cambió el decorado y con un toro de su ganadería, titular en el cartel, volvió el Joselito mohino y desganado.
Victor Puerto, cumplidor en el segundo, veroniqueó en el saludo con garbo y llegó a trazar bien unos lances. Un quite por chicuelinas le fue muy aplaudido, ya que algunas le salieron de rosca y tuvieron salero. El trasteo, variado y voluntarioso, fue más pesado para la galería pero logró una oreja después de un bajonazo apenas disimulado. En el quinto, practicó ese arrojar la muleta al albero y el rodillazo ante un mansurrón.
El Fandi hizo alarde de poder, conocimiento y excelentes facultades en el tercio de banderillas en sus toros. Manejó el capote con variedad, limpieza y buen sentido a sus mansitos y luego en el tercio de muleta les buscó las vueltas y dio todos los pases posibles.