Chema desafía a las bicis
El atleta, campeón de Europa de 10.000 metros, examina corriendo el recorrido de la maratón del Mundial, que coincidía en algunos tramos con el Tour
Chema Martínez, el campeón de Europa de los 10.000 metros, viajó el jueves a París con una botella de aceite virgen extra primera presión en frío de sierra Mágina (Jaén) en la mochila y una obsesión en la cabeza. "Participo el viernes en los 5.000 metros de la Golden League del Stade de France
[se marcó 13m 24s, aunque fue sólo 14º en la marea africana, lo que no está nada mal]", dijo. Y añadió: "pero lo que me interesa de verdad es conocer el recorrido de la maratón del Mundial, que es en París en agosto", comentó el atleta madrileño mientras desplegaba una docena de cuartillas con el detallado mapa de París y el trazado de la carrera bien resaltado.
"Mira, saldrá de la torre Eiffel, como el prólogo del Tour. Luego va por aquí y por allá, sube por los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo, baja por el Trocadero y da más vueltas hasta terminar en Saint Denis. Me han hablado de cuestas y repechos, pero quiero conocerlo de primera mano, así que el sábado por la mañana me cogeré una cámara de vídeo y me grabaré por lo menos 30 kilómetros corriendo". Chema comentó luego, y al ver la prólogo del Tour, que las cuestas en los Campos Elíseos eran mucho más duras de lo que creía. "Y con el pavés mucho más, claro".
Ciclistas y atletas han coincidido también en Navacerrada para entrenarse en altitud
Como el prólogo de la carrera del centenario se disputó ayer por la tarde, Martínez sólo tuvo que esforzarse para esquivar turistas paseando bajo los plátanos por las orillas del Sena: el movimiento y las vallas del Tour apenas le perturbaron, pero, de todas maneras no le habría importado. "Me encanta el ciclismo", dijo el atleta.
Le gusta el ciclismo y lleva un mes que prácticamente sólo habla con ciclistas. "Llevo cuatro semanas recluido en Navacerrada y allí he coincidido con Botero, Luis Pérez y García Casas, que han ido a preparar el Tour en altitud", explicó. Pero mientras los ciclistas sólo estuvieron concentrados 10 días, el mes de Martínez en el hotel Pasadoiro -un pequeño edificio de granito con mirador en la misma cima del puerto que une Madrid y Segovia- constituye solamente la mitad de lo planeado. "Pasaré dos meses aquí, solo, aunque mi mujer sube los fines de semana. Me aclimato muy bien. Tardo como una semana en adecuarme a la altura para que mi organismo pueda entrenarse al 100%, con lo cual puedo rodar muy a gusto, y las series bajo a hacerlas al estadio de Segovia. Es todo un sacrificio, pero lo hago porque así preparé también el Europeo de 10.000 y cuando corro -unos 215 kilómetros a la semana- me voy viendo cómo entro ganador en el estadio de París con los brazos abiertos".
Es la última tendencia en preparación en altitud, que aunque no aumente tanto el hematocrito como se ha pensado hasta ahora, sí que permite aumentar el rendimiento al conseguir el atleta una mayor eficiencia con el consumo de oxígeno, una hemoglobina que lleva más oxígeno a los músculos. "Aquí arriba hay buenos circuitos para entrenarnos en terreno llano", dijo Martínez, mientras que los ciclistas tienes puertos para elegir y cansarse. "A mí me gusta entrenarme todos los días por los puertos de la clásica cicloturista Perico Delgado", explica Botero, "por Guadarrama, Cotos, Morcuera y Navacerrada".
"Cómo admiro a los maratonianos, ellos sí que son superhombres", dice Santiago Botero, un ciclista conocido por su autoexigencia entrenando, que se está comiendo en la mesa de al lado de Martínez un filete de pechuga a la plancha con un poco de pasta sin tomate. El ciclista colombiano, uno de los favoritos para el Tour, comparte mesa con su mujer, Catalina. Un poco más lejos come Félix García Casas, el escalador de Tres Cantos que corre el Tour como gregario de Ullrich en el Bianchi. No es la primera vez que atletas -otros fondistas: José Ríos, Luismi Berlanas, Julio Rey- y ciclistas coinciden en el Pasadoiro. Ya forman una especie de comunidad de sufridores de fondo. Martínez recuerda: "Los últimos años, siempre que Botero partía para alguna carrera, me firmaba algún maillot, y luego no le iba nada mal. Este año no me ha firmado ninguno, espero que no se rompa su racha".
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