Un ex interno de un centro de desintoxicación mata a una paciente y hiere a una monitora en un pueblo de Girona
Un ex interno expulsado el pasado fin de semana del centro privado de rehabilitación de toxicómanos Canaan de Banyoles (Girona), tutelado por la Generalitat, regresó ayer por la mañana al centro asistencial provisto de un cuchillo y desencadenó una tragedia. Carlos H. L., de 28 años y aquejado de una patología psíquica, apuñaló mortalmente a una interna y causó heridas de extrema gravedad a una monitora.
Además del deseo de venganza contra la institución, el crimen puede tener componentes pasionales, ya que el agresor mantuvo en el pasado una relación sentimental con la monitora herida. El presunto homicida, que había ingresado en otro centro, fue detenido por los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana, cuando amenazaba con lanzarse desde el tejado del edificio donde efectuó la agresión.
Carlos H. L., con antecedentes policiales por algunos hurtos y robos, se presentó en el centro de rehabilitación, en el número 42 de la calle Muralla, hacia las seis de la mañana. Fuentes policiales informaron que el supuesto homicida no utilizó la entrada habitual, sino que penetró en el local, anexo al deshabitado convento de la Providència, de manera furtiva. Ya en el interior, inició una discusión con una de las monitoras del centro, Susana Fernández, ex interna rehabilitada y antigua compañera sentimental del agresor. Una interna que compartía habitación con ella, María del Huerto Quintana, intentó interponerse entre los dos y recibió diversas puñaladas que le causaron la muerte. La actuación de esta interna no pudo evitar que Susana Fernández fuera, acto seguido, acuchillada reiteradamente en el tórax y las piernas. Una de las heridas le afectó el corazón y otra los pulmones. Tras el ataque, quedaron en el local abundantes manchas de sangre, ya que las víctimas intentaron escapar de su agresor y buscaron vías de escapatoria mientras eran acuchilladas.
Los agentes que se desplazaron al lugar encontraron al agresor subido al tejado del edificio, desde donde amenazaba con suicidarse. La policía entabló negociaciones con él durante una media hora. Finalmente, el presunto homicida depuso su actitud y fue detenido. Los Mossos d´Esquadra recurrieron a los padres del agresor para tratar de convencerle. En las próximas horas, el detenido, que justificó su actitud por estar aquejado del síndrome de abstinencia, pasará a disposición judicial.
Susana Fernández, la joven herida, fue trasladada al hospital Josep Trueta de Girona en un vehículo de asistencia medicalizada. Según el parte médico facilitado por el hospital, presentaba múltiples cuchilladas superficiales, una perforación cardíaca y otra pulmonar.
Sílvia Mellado, una de las monitoras responsables del centro, explicaba ayer, todavía conmocionada por los hechos y sin poder contener las lágrimas, que las características de los internos conlleva problemas constantes, pero que hasta ahora su tarea de reinserción ha tenido por lo general resultados positivos.
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