Sobre la enseñanza de la informática en la escuela

Permítanme que tenga un desdoblamiento de personalidad y les hable con tres sombreros: como profesor de un departamento universitario de Informática, como responsable académico de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en una universidad y como padre de niños en edad escolar. Con cualquiera de estos sombreros la enseñanza de la informática en la etapa escolar resulta un tema del máximo interés que, si no se aborda adecuadamente, puede llevarnos a la sociedad de la desinformación y del desconocimiento.

Como profesor universitario hace años pensaba que las asignaturas de introducción a la informática dejarían de tener sentido en la universidad, ya que en la etapa escolar los estudiantes ya recibirían una formación mínima de qué son las tecnologías de la información y de la comunicación, qué se puede hacer con ellas y qué no, y las bases de cómo hacerlo.

Unos años después la situación no es alentadora. Si bien el número de los estudiantes que al llegar a la Universidad nunca habían tocado un ordenador ha disminuido hasta prácticamente anularse, sus conocimientos son muy superficiales, restringidos a ofimática y telemática, y reduciéndose en la mayoría de los casos a la utilización de determinado sistema operativo y de ciertas aplicaciones. Los que vienen mejor formados lo son de forma autodidáctica o extraescolar, salvo excepciones de centros con una muy digna oferta de optativas, particularmente en bachillerato.

Como padre me parece que después de la última reforma el número de horas de formación en informática que puedan recibir mis hijos (y los de los demás) dentro de la asignatura de Tecnología es muy corto, que, además, me gustaría no sólo que utilizaran la informática en otras asignaturas sino también que pudiesen ampliar su formación en informática por medio de optativas sin tener que recurrir a actividades extraescolares (o a pluriemplearme como profesor en casa) y finalmente, que preferiría, sin menosprecio de nadie, que esta formación la dieran profesores con los más amplios conocimientos en la materia.

Como responsable de TIC de una organización, me resulta realmente sorprendente que en los centros escolares se instalen ordenadores y redes sin contar con personal específico y preparado para ello. Con todo ello, a título personal y sin ningún tipo de gremialismo, creo recomendable que las autoridades educativas responsables complementen la decisión de incorporar la Informática como parte de una asignatura obligatoria y de utilizar la informática en otras asignaturas, promoviendo también la oferta de una o más optativas de inclusión obligatoria para ampliar conocimientos sobre las TIC y la creación de un Departamento de Informática en todos los centros escolares como responsables de esta docencia, como asesores del resto de profesores en la utilización de estas tecnologías y como responsables técnicos de las instalaciones.

En caso contrario, estaríamos dando por bueno que las Matemáticas puedan darlas el que sepa utilizar una calculadora, que la asignatura de Inglés pueda desaparecer a cambio de que en todas las asignaturas se incluyan algunas lecturas en inglés, y que los ordenadores y las redes crecen y se mantienen solos, como las hierbas del campo.

¿Queremos de verdad ir en cabeza del tren tecnológico?

Vicente Cerverón Lleó es vicerrector de Tecnologías de la Información y de la Comunicación de la Universitat de València.