Lamela vuela como en 1999
El español salta 8,44 metros en Alemania, su mejor marca en cuatro años
Yago Lamela ha regresado al punto donde produjo una revolución en el deporte español. En Bad Langenzsalzen (Alemania), saltó 8,44 metros, segunda mejor marca mundial del año, dos centímetros menos que las obtenidas por los estadounidenses Miguel Pate y Savante Stringfellow en mayo. Pero más que la marca interesa su interpretación: desde su año milagroso (1999) no lograba un salto tan largo, a sólo 12 centímetros de los célebres 8,56 metros que alcanzó hace cuatro temporadas en Maebashi (Japón) y Turín. Todos los datos apuntan a una cosecha excepcional de Lamela, cuya mejor marca desde el Mundial de 1999 era de 8,25 metros.
Su entrenador, Rafael Blanquer, esperaba noticias en Valencia. Sabe que Lamela está en condiciones de superar la frontera de los 8,60 metros. Aunque quizá no ahora: "Llevamos una preparación minuciosa, dispuesta para afrontar con las mejores garantías el Mundial de París". Blanquer habla de calma, de llegar al Mundial, en la última semana de agosto, con una tranquilidad que ha sido infrecuente durante toda la carrera de Lamela, primero por la excitación que se vivió en 1999 y luego por las lesiones y problemas con los entrenadores. Dejó Asturias por Madrid y abandonó Madrid por Valencia, donde vive desde hace poco más de un año. Las señales son, por fin, inmejorables. Tras la temporada invernal, cerrada con el segundo puesto en el Mundial de pista cubierta de Birmingham, había razones para pensar en el mejor Lamela. La marca de ayer así lo dice.
De la tranquilidad que le aconseja Blanquer hay datos casi cómicos. En la reunión de Sevilla se le vio firmando autógrafos en plena competición, entre salto y salto. "Tranquilo, pero no tanto", le dijo Blanquer, más que satisfecho por los resultados del arranque de temporada. "Todavía estamos en una fase inicial, centrados en el trabajo de fuerza y velocidad, sin apenas apenas trabajo en la técnica". A Lamela le queda afinar el ritmo de carrera. No ha llegado al punto preciso de coordinación del salto con el ángulo correcto de salida. Todo esto no le ha impedido el gran salto de Bad Langensalzen. El segundo, el estadounidense Kareem Streete-Thompson, se quedó en 8,21 metros, a un notable palmo de diferencia.
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