España no vive una situación tan crítica desde 1991
El equipo se perdió la Eurocopa de Suecia al caer ante Islandia por 2-0
Bastaba ver la cara de Raúl en el viaje de vuelta desde Belfast, en la madrugada de ayer, para verificar que la selección se ha metido en un problema difícil de resolver. "Es que rematamos muchísimo y rematamos bien, a donde había que pegarle", se lamentaba el capitán tras la frustración del empate a cero en un desafío que le ocupa de lleno.
El empate contra Irlanda del Norte pone a España en una situación límite cuando quedan dos partidos para decidir la clasificación directa para la Eurocopa de Portugal 2004. Un embrollo en el que no se metía en una fase previa desde que en 1991 luchara por conseguir una plaza para la de Suecia 92. Entonces, como ahora, la selección no dependió de sí misma para clasificarse. Y, a la postre, no lo consiguió.
Desde el torneo sueco, España no se ha ausentado de ninguna cita de primer orden, ni europea ni mundial. De hecho, el equipo nacional no falta a una cita mundialista desde Alemania 74, con Ladislao Kubala como seleccionador.
En 1991 España estaba encuadrada en el mismo grupo que Francia, Checoslovaquia, Islandia y Albania. El conjunto español perdió frente a Checoslovaquia (3-2) y Francia (3-1), derrota que le costó el puesto al seleccionador, Luis Suárez. Pero el gran desastre se produjo en Islandia, ya con Vicente Miera al frente del equipo. Allí cosechó una de las derrotas más duras de su historia (2-0) y quedó definitivamente fuera de la Eurocopa cuando quedaban tres partidos por disputarse.
Ahora, a España le quedan dos oportunidades de arrebatarle el liderato del grupo a Grecia: contra Ucrania y Armenia. Si no lo logra, irá a la repesca, que enfrentará en noviembre a los segundos de cada uno de los diez grupos de la fase de clasificación. Abrumado por el empate en Belfast, el seleccionador, Iñaki Sáez, dio síntomas de despiste cuando se le recordó esa posibilidad: "¿Qué repesca?".
Sáez confesó que, al ver la falta de punch de su equipo, se acordó "de Torres y de todos los delanteros españoles que meten goles y que no estaban". Se supone que con esta extraña afirmación se refirió a gente que no pudo convocar por estar lesionada. A Torres, que lleva 13 goles, uno menos que Raúl, no le incluyó porque no quería trastocar el equilibrio de la convocatoria inicial. Quizá le preocupaba el orgullo de Morientes.
Desde 1991 sólo en una ocasión España ha tenido dificultades para lograr una clasificación. Corría 1993, Javier Clemente era el seleccionador y el equipo, en su lucha por llegar al Mundial de Estados Unidos, se encontró tercero de su grupo a falta de dos partidos. Pero entonces, a diferencia de la situación actual, disputaba los dos últimos contra los dos equipos que le precedían en la clasificación, Irlanda y Dinamarca. Dicho de otra manera: España dependía de sí misma. Y salió airosa del reto.
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