"El avión llegó sin carburante y no tenía permisos de vuelo"

"La compañía no había realizado las previsiones necesarias para un vuelo de estas características. El avión llega sin carburante suficiente y no tenía los permisos de vuelo perfectamente asegurados".

Este párrafo corresponde al informe que el teniente coronel José Ramón Solar, jefe del contingente español en Afganistán y uno de los 62 militares fallecidos en la catástrofe aérea del 29 de mayo en Turquía, remitió a sus superiores.

El documento, que EL PAÍS reproduce en su integridad, no se refiere, lógicamente, al viaje de regreso a España, en el que el teniente coronel perdió la vida, sino al vuelo que le llevó a Afganistán, cuatro meses y diez días antes. Nada más aterrizar en Kabul, el 14 de enero pasado, José Ramón Solar redactó un informe en el que daba cuenta de las múltiples irregularidades del aparato fletado por el Ministerio de Defensa.

El avión no tenía bastante combustible; carecía de permiso para sobrevolar Turquía; ni la calefacción ni el vídeo funcionaban; los mejores asientos iban ocupados por civiles desconocidos; los soldados apenas comieron en doce horas y media de viaje, cinco más de las previstas. Solar terminaba con una demanda: en el próximo viaje quería tener "exacto conocimiento" de las condiciones en que se fletan este tipo de aviones.