Palacio sustituye al subsecretario de Exteriores por su jefa de gabinete

Pedro José Sebastián de Erice fue sustituido ayer como subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores por María Victoria Morera, hasta ayer jefa del gabinete de la ministra, Ana Palacio. El relevo, acordado por el Consejo de Ministros, en ese cargo fundamental para el funcionamiento interno de un departamento sometido desde hace tiempo a fuertes tensiones políticas y profesionales, cogió a la diplomacia española por sorpresa, aunque no era un secreto que las relaciones de Palacio con su subsecretario se habían deteriorado rápidamente tras el nombramiento de éste, el pasado mes de julio.

Sebastián de Erice ha estado también en el centro del malestar creciente expresado en los últimos meses por muchos diplomáticos de carrera, que no aprobaban su política de nombramientos, más ajena que nunca al respeto al escalafón que debe seguir el cuerpo.

El subsecretario suscitó, además, desconfianza por otros detalles menores, como fue su iniciativa de cambiar la denominación tradicional de secretarios de embajada, con el argumento de que podían ser confundidos con las secretarias administrativas, o la de cambiar de nombre a los salones de la sede del ministerio.

Sebastián de Erice, cuñado del empresario Juan Lladó y Fernández Urrutia y del ex ministro Marcelino Oreja, dejó la actividad diplomática para trabajar en Técnica Reunidas con el primero citado durante 14 años, y regresó a su carrera poco después de que empezara la primera legislatura del PP. El primer Gobierno de Aznar le nombró embajador en Berlín, donde permaneció hasta que Palacio le nombró subsecretario.

Su sustituta, María Victoria Morera, estuvo destinada durante años en La Moncloa a las órdenes del actual secretario de Estado de Exteriores, Ramón Gil-Casares, hasta que regresó a su ministerio como jefa de gabinete de la ministra. La nueva jefa de gabinete de Palacio es otra diplomática joven, María Isabel Vicandi, que había sido nombrada hace pocos meses directora de la Escuela Diplomática.

El Consejo de Ministros acordó asimismo el nombramiento de Francisco García Cerezo como embajador en misión especial. También aprobó el envío a las Cortes del proyecto de ley por el que se regula la cooperación de las autoridades españolas con la Corte Penal Internacional.