George Grenfell Baines, arquitecto
Con George Grenfell Baines, quien murió el pasado día 9 a los 95 años de edad, desaparece un pragmático visionario, de ideas socialistas, que abogó por la integración de todas las profesiones y disciplinas relacionadas con la arquitectura.
Con este lema fundó la Building Design Partnership (BDP), una firma de arquitectos, ingenieros, peritos y representantes de otros gremios activa en el Reino Unido desde 1962. Aunque jubilado en 1974, Grenfell Baines seguía siendo la guía espiritual del colectivo de profesionales, cuyos proyectos se extienden por toda la geografía británica, incluida la terminal de Folkestone del túnel de la Mancha.
Popularmente conocido como GG, sus colegas le recuerdan como un líder elocuente y generoso a la hora de compartir su visión y sus valores. "Era", escriben en la página web de la compañía, "un diseñador modernista y un socialista de naturaleza, que valoraba por igual las aportaciones de todas las profesiones y gremios". Su contribución a la arquitectura se reconoció oficialmente en 1960 con la condecoración de la Orden del Imperio Británico y, en 1978, la reina Isabel II le nombró caballero.
George Grenfell Baines nació en el norte de Inglaterra, donde abrió su primer estudio de diseño arquitectónico. Hijo de un empleado del ferrocarril, asistió a cursos nocturnos de peritaje para graduarse finalmente de Arquitectura en la Universidad de Manchester.
Su primera aventura profesional, con el Grupo Grenfell Baines, que llegó a tener oficinas en Europa, Estados Unidos y Oriente Próximo, le llevó a diseñar uno de los pabellones más innovadores del mítico Festival de Gran Bretaña, de 1951.
Cinco años más tarde, en 1956, influido por Le Corbusier, construyó una serie de oficinas para firmas industrales, incluida la Shell.
Pero fue Walter Gropius, primer director de la Bauhaus, quien le inspiró en su idea de integrar bajo un techo, en su caso el de BDP, a todas los disciplinas relacionadas con el diseño y construcción de un proyecto.
BDP floreció en los años sesenta en programas de construcción pública e industrial, desde hospitales y universidades a la planta nuclear de Sellafield, en el norte de Inglaterra.
En 1970, el colectivo ganó el concurso para la sede de Naciones Unidas en Viena, proyecto que, sin embargo, no llegó a ejecutarse.
Mejor suerte tuvo el diseño de la terminal del Eurotúnel en Folkestone que, si bien se realizó a medidos de los setenta, fue finalmente construido una década más tarde.
Tras su jubilación siguió activo impartiendo clases teóricas en la Universidad de Sheffield y prácticas en un taller estudio montado por él en la misma ciudad.
Grenfell Baines murió mientras dormía en la madrugada del 9 de mayo. Deja atrás a su viuda y a cuatro hijos.-
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