La vuelta al mundo en 17 años

Santiago González tenía 35 años cuando, junto a su mujer, Mayi (de 33), y sus hijos, Urko (de 9) y Zigor (de 8), zarparon el 14 de agosto de 1983 del puerto guipuzcoano de Hondarribia con la intención de dar la vuelta al mundo. El sábado pasado, sus paisanos los recibieron como a héroes en el mismo puerto. Los 17 años que ha durado su aventura parecen haber sentado bien al matrimonio, que apenas ha acusado el paso del tiempo. Los niños, en cambio, se han convertido en dos hombres de 26 y 25 años que incluso lucen una incipiente alopecia. La familia realizó su larguísima singladura en un barco construido por el propio Santiago con materiales de desecho. Durante una larga escala en Guatemala, él mismo armó otro navío, en el que prosiguieron el viaje. Durante este tiempo han vivido como robinsones y experimentado todo tipo de aventuras. Una ola estuvo a punto de hundirlos en el Atlántico, un cocodrilo casi los devora en las islas Salomón, un junco pirata intentó abordarlos entre Sumatra y Sri Lanka... Santiago y Mayi dicen que volverían a hacerlo, pero los muchachos aseguran haber tenido bastante.