Las iglesias minoritarias denuncian su discriminación
La Ley Orgánica de Libertad Religiosa española cumple este mes 20 años, pero los representantes de las confesiones minoritarias con arraigo (protestantismo, islamismo y judaísmo) acusan al Estado de practicar una confesionalidad católica encubierta. La financiación pública, la enseñanza de la religión en las escuelas y la atención a los fieles en hospitales, cárceles o cuarteles son los aspectos en que se sienten más discriminados. Un millón de españoles practican una religión distinta de la católica. De ellos, 350.000 son protestantes, y 400.000, musulmanes. Expertos en derecho eclesiástico sostienen que el proceso de laicidad iniciado hace dos décadas no sólo se ha parado, sino que está dando marcha atrás.
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