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Crítica:FERIA DE SAN ISIDRO | LA LIDIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El gran espectáculo de la bravura

Antonio Lorca

¡Qué gran tarde de toros! El gran espectáculo de la bravura se hizo presente ayer en Las Ventas de la mano de la ganadería de Fuente Ymbro. Enhorabuena al ganadero porque la novillada fue de época por presentación y comportamiento. Una auténtica corrida de toros que dio un juego extraordinario en los caballos, acudió con alegría en banderillas y embistió con codicia y acometividad en la muleta. Una novillada brava y encastada que exigía toreros de una pieza. Una gozada para los sentidos. Todos los novillos fueron largamente aplaudidos en el arrastre, y sólo el tercero y el quinto bajaron en el tercio final.

Busque y anote el teléfono de este ganadero, por nombre Ricardo Gallardo, quien quiera hacer una ganadería brava de verdad. Dicen que tiene más de 300 vacas y 16 sementales. Es la hora, pues, de mandar al matadero la cabaña brava española y comprarle vacas a don Ricardo. Enhorabuena, ganadero, por los momentos tan felices que ayer vivieron los aficionados. La tarde acabó entre el entusiasmo general con la vuelta al ruedo del sexto y una cerrada ovación al mayoral de la ganadería.

Fuente Ymbro / Velasco, Vázquez, Escribano

Novillos de Fuente Ymbro (uno rechazado en el reconocimiento) muy bien presentados, bravos y encastados; al 6º se le dio la vuelta al ruedo. Raúl Velasco: seis pinchazos, casi entera baja -aviso-, tres descabellos y el novillo se echa (algunos pitos); dos pinchazos, casi entera -aviso- y un descabello (gran ovación cuando se cortó la coleta). Luis M. Vázquez: estocada baja (pitos); dos pinchazos y un descabello (silencio). Manuel Escribano: estocada baja perdiendo la muleta (ovación); estocada caída (silencio). Plaza de Las Ventas. 19 de mayo. 2ª novillada de feria. Tres cuartos de entrada.

Pero, junto a la alegría, el drama. Tras la muerte del cuarto novillo, Raúl Velasco salió muy decidido del burladero y se cortó la coleta entre la sorpresa general. El chaval volvió cabizbajo al callejón, pero la plaza, emocionada por el gesto, se puso en pie y le obligó a salir para dedicarle una gran ovación por su gesto sincero. Acababa de morir un novillo bravo y noble al que Velasco le hizo una faena desordenada y vulgar. Un novillo con las orejas colgando que se encontró con un torero de toscas maneras y con la ilusión por los suelos. En su primero pasó, posiblemente, uno de los peores momentos de su vida. Y es que le tocó en suerte un auténtico toro hecho y derecho que derrochó casta y codicia para hacer una ganadería. Y Velasco, como la inmensa mayoría de sus compañeros, no está preparado para semejante empresa. Era mucho novillo para un torero moderno, y lo desbordó, lo arrolló, y se hizo el amo de la plaza con insultante suficiencia.

Vázquez las pasó canutas ante el segundo, codicioso hasta el cansancio. Con pocos recursos y la muleta siempre retrasada, el novillero salió indemne del encuentro, lo que ya es un éxito; en el quinto, el más soso de la tarde, se limitó a defenderse. Escribano derrochó valor. Recibió a su lote a porta gayola, lanceó a la verónica con decisión, pero en ambos bajó mucho el tono con la muleta. Banderilleó muy bien al sexto, y se hundió en el tercio final al no encontrar el camino a una embestida repetidora que exigía un dominio y un temple de los que no hizo gala.

Manuel Escribano pone las banderillas, ayer, en Las Ventas.
Manuel Escribano pone las banderillas, ayer, en Las Ventas.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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