Un anciano mata a tiros a otro en Aldaia porque lo desahució hace un año

Juan Palazón, de 72 años, murió ayer de un tiro en la cabeza que le disparó José Mompó, de 75. Mompó acudió a la finca que el fallecido tenía en Aldaia y de la que había sido inquilino durante años hasta que en la primavera pasada fue desahuciado por falta de pago. Desde entonces, los enfrentamientos han sido constantes, hasta el punto, según la familia, de que Palazón presentara cuatro denuncias contra Mompó.

Tumbado en el suelo, cubierto con una sábana blanca y custodiado por agentes de la Guardia Civil y de la policía local de Alaquás (aunque ocurrió en término de Aldaia) se encontraba Juan Palazón cuando sus tres hijos, Pepa, Juan y Amparo, acudieron al lugar. "El Mompó lo ha matado al papá, nos lo ha matado y ha sido culpa vuestra, sólo vuestra" gritaba a los agentes una de las hijas. "Cuatro denuncias, señor, cuatro denuncias puso mi padre para evitar esto, pero ustedes no hicieron caso porque era una riñas de viejos", increpaba el hijo a un guardia civil.

Juan Palazón, viudo, acudió ayer a primera hora de la mañana a su casa de la travesía Camí Maset, conocida como Mas del Palmeral. Le acompañó José, un amigo de toda la vida con el que estuvo trabajando en una jardinera en el patio de la casa, junto a la que se encuentran varios campos de naranja que también le pertenecían. Hacia las 11.30, apareció José Mompó, que fuera inquilino de la casa durante años y a quien desahució Juan la primavera pasada después de muchos meses sin abonar el alquiler y de varios robos, según la familia.

Juan Palazón y José Mompó discutieron varias veces ayer a ambos lados de la verja del jardín. Juan desde dentro de casa. José en el camino. Pasadas las 13.00, los gritos e insultos fueron a más y, según el testigo, José Mompó metió un alambre por la verja e iniciaron un forcejeo. Minutos después, Juan Palazón salió al camino para acceder al campo de naranjas. Ante él iba José Mompó. Discutían. José Mompó sacó un fusil del calibre 22 y disparó a Juan Palazón en la cabeza y las dos piernas. Seis cartuchos contó la policía junto al cuerpo.

A las 15.00 llegó la comisión del juzgado de Torrent en funciones de guardia para proceder al levantamiento del cadáver. Instantes antes había llegado una de las hijas. Minutos después lo hicieron los otros dos. La familia pasaba los domingos en el Mas del Palmeral y todos conocían las desavenencias entre los dos ancianos.

Según la familia, el mismo jueves la víctima comunicó a la Guardia Civil que Mompó había estado por la casa y le había dicho que vendría con un fusil. El hijo del fallecido aseguró ayer que eran cuatro las denuncias que se habían presentado por las amenazas y los robos que Mompó había hecho, pero que para la Guardia Civil era una riña de viejos. El agresor se entregó en el cuartel de la Guardia Civil poco después de cometer los hechos y pasará en breve a disposición judicial.