Blair pierde las municipales por el desgaste electoral de la guerra de Irak

El Partido Laborista británico sufrió el jueves un durísimo revés en las urnas. El partido de Tony Blair, con el 30% de los votos, obtuvo en las municipales menos que el Partido Conservador (35%) y quedó empatado con el eterno número tres, el Liberal-Demócrata, que cosechó el mayor resultado de su historia: un 30%. El varapalo fue interpretado como un castigo por la participación en la guerra y por los problemas internos del Reino Unido. Blair perdió 28 municipios, incluidos varios feudos históricos.

"El Partido Laborista ha tenido sus peores resultados desde 1979", proclamó ayer el líder conservador, el nada carismático Iain Duncan Smith. "Los conservadores somos ahora el mayor partido del Gobierno local en Gran Bretaña".

Los laboristas de Tony Blair perdieron 28 de los 340 consejos municipales en liza y 833 concejalías, según los datos del escrutinio ofrecidos ayer. Entre las graves pérdidas está Coventry, Bristol, Torbay y Birmingham, feudo laborista en las dos últimas décadas y el municipio más grande del país. Londres, donde no se votaba en las elecciones del jueves, está dividido en varios consejos.

La participación fue muy escasa, y eso contribuyó al desastre de Blair. Sólo el 34% del censo acudió a votar en Inglaterra. Los observadores creen que los musulmanes, contrarios a la guerra, se movilizaron para votar a los liberales, el único gran partido opuesto al ataque a Irak. Blair, sin embargo, no supo rentabilizar las altas cuotas de popularidad que le ha deparado la victoria contra el régimen de Sadam Husein. Los resultados sí fueron favorables para los laboristas en las elecciones regionales de Gales y Escocia, donde mantuvieron su ventaja.