Dos años para Gurpegui

José Manuel Fraile, el juez instructor del caso Gupegui, el futbolista del Athletic que dió positivo en el primer partido de Liga frente a la Real Sociedad por 19-norandrosterona, ha elevado al Comite de Competición su informe definitivo en el que propone una sanción de dos años de suspensión por superar los límites permitidos de esta sustancia (el jugador dió 9,8 nanogramos por mililitro de orina, frente a los dos permitidos en la reglamentación). El Athletic tiene diez días desde ayer para presentar alegaciones antes de que el organismo sancionador de la Federación Española de Fútbol emita su veredicto.

La decisión del juez instructor ha sido acogida por el club rojiblanco como una comprobación de que "el caso había sido ya prejuzgado de antemano", por lo que toda la maquinaria jurídica y científica puesta en marcha por el Athletic no habría servido para nada. De hecho el juez instructor, nombrado tras la dimisión en bloque del Comité de Competición -que precisamente argumentó interferencias de la Federación por no aceptar al jurista por ellos propuesto- no ha realizado actuación alguna. Fraile se ha limitado a tramitar las alegaciones del Athletic a los organismos correspondientes (siempre denegadas) y finalmente ha dictaminado con el único papel oficial del analisis realizado al jugador en Anoeta. Incluso, el dictamen del juez instructor se ha producido antes de que venciera el plazo de alegaciones respecto al último desestimiento del CDD en el recurso a la sanción cautelar impuesta al jugador. Este hecho ha sido interpretado en el entorno rojiblanco como el corolario de un proceso prejuzgado de antemano desde que la tardanza en la realización del análisis (tres meses) al jugador iniciara un proceso marcado por la indefensión.

Entre tanto, el Athletic ha soportado su teoría de la producción endógena del metabolito 19-norandrosterona por parte de Carlos Gurpegui, en los análisis realizado por la Universidad de Extremadura que demostraban que era el organismo del jugador y no la ingesta de sustancias dopantes o los alimentos (indemostrable por la tardanza) las que producían los altos niveles de norandrosterona.

Este análisis fue desechado por el CSD, ya que se había realizado fuera de la jurisdicción oficial, "aunque el CSD ha encargado muchos estudios al laboratorio de la Universidad de Extremadura", afirman en el Athletic. Así, Gurpegui solicitó que le fuera realizado otro análisis oficial en un partido oficial para que las pruebas obrantes fueran comparables. El Comité argumentó que ello supondría anular la suspensión cautelar, lo que era imposible, por lo que el jugador se puso a disposición del CSD para que se le realizara, entonces, un análisis de laboratorio. Desde el CSD se filtró la posibilidad de realizarlo en los laboratorios de Lausana, Lisboa y Montreal, "pero nunca existió una comunicación oficial al Athletic. Fue una filtración", afirma Andoni Zubizarreta.

"La cuestión básica es que Gurpegui ha dado positivo y no hay más", afirma Zubizarreta que no descarta el recurso a la vía judicial, a pesar de las amenazas que siempre esgrime la FIFA en estos casos.

La situación es límite. Si Gurpegui es sancionado y el Athletic tiene razón en cuanto a la producción endógena de norandrosterona, el jugador tiene mal futuro. Un nuevo análisis, cumplida la sanción, le abocaría a la retirada definitiva de la licencia, aunque lo produjera su organismo.