IU apela a su rechazo histórico a las bases y la defensa de la paz

Izquierda Unida no es nueva en el discurso de la paz y el impulso de los movimientos ciudadanos. Tampoco en el rechazo categórico a las bases militares. Durante años, esta fuerza política ha sido la única con representación parlamentaria que ha mantenido la llama -en las últimas ediciones, muy tenue- de la marcha a Rota. Por eso, sus dirigentes sostienen que los vientos favorables que soplan a su favor con el huracán contra la guerra de Irak no pueden ser nunca calificados de oportunismo. "Nunca hemos hecho ni haremos electoralismo con este tema", dice el coordinador andaluz, Diego Valderas, quien, sin embargo, reconoce que ahora se dan "más condiciones de avanzar".

Desde el punto de vista exclusivo de la campaña, el mayor temor de IU es que el PSOE, una vez más, se quede en primera línea con la bandera del no a la guerra, y la coalición aparezca como un refuerzo subsidiario. Ya sea por fallo propio o por la astucia del contrario, en los últimos años Izquierda Unida no ha logrado vender sus ideas y transmitir que la maternidad de cuestiones que han sido eje de las disputas de PSOE y PP pertenece a sus filas. Este es el caso de la deuda histórica, la semana laboral de las 35 horas, el desarrollo sostenible, la ecotasa, el salario social, la defensa del olivar o la primicia de los programas de lucha contra el maltrato creciente de las mujeres.

La principal baza para evitarlo es subrayar la contradicción de los socialista respecto a las bases de Morón y Rota, razón por lo que no cesan los desafíos a Manuel Chaves para que pida que se desmantelen.

- Partido Andalucista. El PA reconoce que la guerra condicionará las elecciones, aunque no han planteado una estrategia concreta. Se irá pronunciado conforme se vayan produciendo acontecimientos, sin entrar, según el secretario de Comunicación, Javier Aroca, en descalificaciones a otros partidos por este motivo. En cualquier caso, los andalucistas están convencidos de que el tema del conflicto en Oriente Medio no incidirá de una manera especial en su electorado, ni a favor ni en contra, pese que está claro que hay partidos, como es el caso del PP, que se "están hundiendo", y eso puede provocar un efecto colateral. "Pensábamos que los comicios, sobre todo en las zonas rurales, estarían mediatizados más por el decretazo y el subsidio agrario", dice Aroca.