Amplio avance de la coalición en Kuwait ante la débil resistencia iraquí
Ciudad de Kuwait. Estados Unidos lanza paracaidistas sobre la capital del emirato. Irak afirma que los ha exterminado - París. Mitterrand asegura que la Legión Extranjera francesa ha penetrado 50 kilómetros en territorio iraquí - Bagdad. El presidente iraquí, Sadam Husein admite por vez primera la posibilidad de una derrota - Nueva York. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abandona sus intentos de lograr un alto el fuego
Varias divisiones acorazadas penetraron en Irak a las dos de la madrugada
de ayer para rodear a, los 545.000 soldados enemigos en el emirato. Diez
horas después, el jefe de la Operación Tormenta del Desierto, general
Norman Schwarzkopf, anunció que "los objetivos de las primeras horas" se
habían "cumplido plenamente" y que todas las fuerzas de tierra, mar y aire
de la coalición, y no sólo las norteamericanas, participaban en la
ofensiva. El general dio cuenta de la captura de 5.500 soldados iraquíes.
La cifra se incrementó luego a 8.500 al anunciar Francia que había hecho
1.000 prisioneros , y Arabia Saudí notifico otros 2.000. Las bajas propias
señaló Schwarzkopf, eran hasta ese momento "notablemente escasas". La
cadena de televisión CNN aseguró más tarde que al menos 11 marines murieron
en los combates de ayer. Ante la marcha favorable de la ofensiva, y pese a
"enfrenta rnientos violentos" y "cierta resistencia", Schwarzkopf ordenó
según fuentes del Pentágono, acelerar el ritmo de las opera ciones. [La
agencia kuwaití Kuna aseguró que paracaidistas norte americanos habían
saltado sobre la. capital de Kuwait. El mando rnilitar iraquí afirmó que su
fiterzas habían "quemado y des truido cientos de carros de com bate
enemigos y matado o herido a un alto número de soldados", así como que
habían exterminado a los paracaidistas.] La confusión informativa,
consecuencia del apagón impuesto por el Pentágono, hizo difícil constatar
las múltiples noticias ,obre la marcha de los combates facilitadas por
agencias y otros medios de comunicación. Al final de la jornada, el
portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, resumía la opinión de Bush
sobre la marcha de la ofensiva: "Hasta ahora, todo va bien".
El general Norman Schwarzkopf, comandante en
jefe de la Operación Tormenta del Desierto, contestó cuando le preguntaron
qué objetivos estaban atacando sus fuerzas durante las primeras horas de
combate: "Estamos atacando por delante, por detrás, por los lados, por
arriba y por abajo". No cabía ninguna duda de la multinacionalidad del
esfuerzo bélico anunciada por Schwarzkopf. Todas las fuerzas de tierra, mar
y aire aliadas, más de 700.000 hombres, tomaron parte en un ataque
combinado contra las posiciones iraquíes que hizo palidecer a los
blitzkrieg de la II Guerra Mundial lanzados por Guderian y Rommel,
Montgomery y Patton. [Amplios sectores de la capital de Kuwait se
encontraban en llamas, afirmó Robert Gates, consejero de Bush, quien, según
France Presse, aseguró que los incendios podían haber sido provocados por
los propios iraquíes. Pilotos norteamericanos citados por Reuter
aseguraban, por su parte, que las fuerzas de la coalición podrían estar en
Kuwait City "para la hora de comer" de hoy. El emir derrocado por la
invasión del 2 de agosto, jeque Jaber al Ahmed al Sabaj, aseguró ayer a su
pueblo que su país será liberado pronto de la ocupación y que "el Kuwait de
mañana no será el de ayer", en referencia a una eventual reforma
democrática del régimen] La luz verde final para el comienzo del ataque
terrestre fue dada por Bush a Schwarzkopf con una escueta frase -"la guerra
continúa"- en un comunica do facilitado por la Casa Blanca poco después de
expirar, a las doce del mediodía del sábado, el ultimátum dado por EE UU al
presidente Sadam Husein. Decisión de atacar Sin embargo, según se supo ayer
en Washington, la decisión de atacar a las dos de la madrugada del domingo
estaba tomada desde hacía varios días. Eran el día G (G de ground, tierra)
y hora H propuestos por el mando militar como momento ideal desde el punto
de vista estratégico para lanzar la ofensiva. El lanzamiento, el viernes,
del ultimátum a Bagdad por parte de Bush y el perentorio plazo de 24 horas
dado a Sadam Husein para iniciar una retirada masiva estuvieron motivados
por consideraciones militares, y no políticas. La consecuencia política es
que cualquier gestión diplomática de mediación que no resultase una
aceptación total por parte de Sadam de las condiciones norteamericanas,
apoyadas por todos los países de la coalición, estaba destinada, como así
ocurrió con los esfuerzos soviéticos y de las Naciones Unidas, al más
absoluto de los fracasos. Al no dar su brazo a torcer ninguna de las dos
partes, Schwarzkopf puso en marcha su impresionante maquinaria bélica, sin
esperar nuevas instrucciones, tan pronto escuchó el comunicado de la Casa
Blanca. Sin embargo, Bush consideró otro factor para no detener la
ofensiva: el incendio por las tropas iraquíes de cerca de 200 pozos
petrolíferos en Kuwait, cuyas llamas iluminaban trágica mente la noche del
desierto, y los informes procedentes del emirato según los cuales unidades
especiales de Irak habían desencadenado en las últimas horas lo que el
portavoz militar norteamericano en Riad, general Ri chard Neal, calificó de
"terrorismo en su mejor hora" con ejecuciones sumarísimas de ciudadanos
kuwaitíes. A las diez de la noche del sábado (cuatro de la madrugada del
domingo en España), Bush regresaba a la Casa Blanca y anunciaba al país que
había autorizado a Schwarzkopf que utilizase "todos los medios a su
alcance, incluidos los de tierra", para expulsar a los iraquíes de Kuwait.
Era la hora de las declaraciones grand llo cuentes. "La fase final de la
liberación de Kuwait ha comenzado", declaró Bush, en una utilización casi
literal de las palabras dichas por el general Dwight S. Eisenhower para
anunciar el desembarco aliado en las playas de Normandía, en 1944. Planes
secretos Naturalmente, los planes militares de la coalición eran secretos,
y en su estrategia bélica se incluían, como en todas las gue rras, la
desinformación y el engano al enemigo. Pero de lo poco dicho ayer por
Schwarzkopf y de las conclusiones de los analístas militares se deducía que
las fuerzas coligadas de tierra lanzarondiversos ataques relámpago en
varios frentes. Los regimientos acorazados de marines norteamericanos en
tierra, acompanados de unidades kuwaitíes, saudíes, de Omán y de Qatar,
penetraron en Kuwait por el este, mientras otros regimientos blindados
lanzaban un ataque destinado a distraer la atención del enemigo en varios
puntos centrales de la frontera saudí-kuwaití. Al mismo tiempo, la 24ª
División de Infantería Mecanizada norteamericana, junto con la Legión
Extranjera francesa, los ratas del desierto británicos -herederos de los
combatientes de El Alamein- y unidades egipcias y sirias, iniciaba un
avance envolvente por territorio iraquí hacia, la ciudad de Basora en un
intento de copar a las tropas de Irak. [Marines del buque de asalto anfibio
Nassau desmintieron que se hubiera conquistado -como informó la cadena de
televisión NBC y la agencia kuwaití Kuria- la isla de Falaika, que domina
la bahía de Kuwait, informa France Presse.]
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