Freire deja helado a Cipollini

"Estoy más fuerte que nunca", dijo Óscar Freire ayer tras vencer en la séptima y última etapa de la Tirreno-Adriático, que ganó en su general el italiano Filippo Pozzato (Fassa). El cántabro del Rabobank se mostró así a su mejor nivel en vísperas de la Milán-San Remo, primera prueba de la Copa del Mundo, el sábado.

Freire se tomó cumplida revancha de días anteriores cuando pinchó en una de las llegadas, quedó cortado en otra mientrasseguía la rueda de Erik Zabel y hasta cayó en la del martes. Ayer, en cambio, se permitió sorprender en la llegada a Mario Cipollini. Il Bello cometió el arrogante error de levantar los brazos cuando creía tener ganada la etapa y el doble campeón mundial le pasó como un bólido. "Aunque no hubiera levantado los brazos también le habría ganado", dijo el español en la meta.

Freire tiene ya su táctica para la Milán-San Remo. Cree que habrá cortes antes de la llegada, y al no prever sprint masivo intentará estar entre los 10 primeros en la última y decisiva subida del Poggio para ganar después.