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Crónica:FÚTBOL | 26ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Recre desquicia al Betis

El cuadro de Víctor agudiza su crisis y es abroncado por sus seguidores

Esta vez tampoco pudo ser, y ya van siete. Siete partidos en los que el Betis ha sido incapaz de poner fin a la peligrosa dinámica en la que se ha instalado desde que comenzase la segunda vuelta del campeonato. Cuatro derrotas y tres empates que, de no ser porque se llenó antes el granero, habrían llevado al equipo de Víctor Fernández al borde del abismo, si bien su empate ante el Recreativo en nada varía su posición en la clasificación, en la que se mantiene séptimo. Lo que no pudo evitar el resultado es que la afición del Betis mostrase claros síntomas de desesperación y hastío. Los tímidos silbidos de desaprobación que parte de la grada dedicó a sus jugadores en ciertos momentos del partido se tornaron en una bronca monumental al final del encuentro, y con motivos.

BETIS 1 - RECREATIVO 1

Betis: Prats, Varela, Arzu, Melli, Mingo; Ito (Benjamín, m. 77), Assunçao; Joaquín, Capi (Joao Tomás, m. 72), Denilson; Fernando.

Recreativo: Luque, Merino, Iker Begoña, Loren (Espínola, m. 25), Pernía; Javi García, Viqueira, Diego Camacho, Benítez (Quique Romero, m. 57); Xisco y Raúl Molina (Mario Bermejo, m. 84).

Goles: 1-0. M. 10. Capi culmina en el área una contra a pase de Fernando.

1-1. M. 62. Raúl Molina y Xisco aprovechan un fallo de la defensa bética y Xisco bate a Prats bajo los palos.

Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a Viqueira, Melli, Ito, Javi García, Capi y Xisco.

Unos 38.000 espectadores en el estadio Ruiz de Lopera.

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Mucho miedo, mucho corazón

A ningún aficionado le gusta pagar para presenciar cómo el colista de la Liga, aunque en racha por su clasificación para la final de la Copa, logra imponer sus escasas dotes hasta llevar a su equipo al colapso. Y eso hizo el Recre, que, fiel a su credo de juego directo y desabrido, desquició a un Betis al que le basta cualquier mínimo contratiempo para venirse abajo con estrépito.

Ayer esta contrariedad tuvieron nombres propios: Raúl Molina y Xisco. Los dos hombres de ataque de Alcaraz, maestros de la brega en el área, desarmaron a su antojo la endeble defensa bética y, con ella, arrastraron a todo el equipo rival. Una tarea que comenzaron a gestar cuando mejor pintaba la tarde para el Betis, instantes después de que Capi culminase con éxito ante Luque una de las pocas jugadas elaboradas y con sentido que lograron armar en todo el partido. Aún resonando las voces de alegría por el gol, una mano portentosa de Prats evitó que el corazón de los aficionados sufriese la tensión que supone pasar de tan brusca manera de la euforia al desánimo. Prats había truncado el empate del Recre a pies del hiperactivo Xisco y, otra vez más, había salvado a sus defensas del escarnio público.

Mediada ya la primera mitad, y aún con el marcador a su favor, el Betis se diluyó. Y en ello apenas si influyó el rival. La causa es interna, como demuestra su reciente trayectoria. Ni Joaquín ni Denilson, ni Capi ni Fernando, ni menos el reaparecido Assunçao dieron ese paso adelante que requería el choque. Un espectacular lanzamiento de Fernando que Luque frustró fue el último argumento de peso que mostró el Betis.

Algo que aprovechó el Recre para llevar las cosas a su terreno. Y ahí logró manejarse, salvo contados espasmos verdiblancos, hasta que Xisco logró el empate, resultado que Viqueira tuvo en sus botas a principios de la segunda mitad cuando desperdició un penalti que acabó golpeando el travesaño.

Con el Recreativo más que satisfecho y aún más reservón, el Betis ya nada pudo hacer, aunque lo que hizo tampoco fue mucho.Y eso lo notó el público; el que se fue antes del final y el que se quedó para abroncarlo.

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