_
_
_
_
Entrevista:MANOLO MARTÍNEZ | Campeón del mundo de lanzamiento de peso | ATLETISMO | Campeonatos del Mundo en pista cubierta

"No he combatido los tópicos, los he desmontado"

Santiago Segurola

Semanas antes de convertirse en el primer campeón mundial del atletismo español en pista cubierta, Manolo Martínez (León, 7 de diciembre de 1974) andaba como alma en pena. El lanzador de peso no se había podido reponer de su fracaso en los Europeos de Múnich y llevaba un invierno de marcas mediocres. Pero llegó la competición y, con una magnífica serie y un lanzamiento final de 21,24 metros, su mejor marca del año, acabó con el mito que le señalaba como un hombre que se arrugaba en los momentos importantes.

Pregunta. ¿El triunfo en los Mundiales supone el carpetazo a la frustración de los Europeos de Múnich?

R. No relaciono el éxito de Birmingham con el resultado de Múnich. La rabieta, o el disgusto, de Múnich duró dos o tres horas. Estaba convencido de que las circunstancias exteriores habían influido más que cualquier otra cosa.

"La gente nos ve como hombres grandes que tenemos que ser brutos, feos y malos"
Más información
Alberto García, sin complejos

P. Sin embargo, ha introducido cambios técnicos y de trabajo en los entrenamientos.

R. Después de cada actuación es necesario evaluar lo que ha sucedido. En este caso, nos habíamos alejado de la ortodoxia técnica mientras buscábamos la manera de lanzar más lejos. Carlos [Burón, su entrenador] tenía la impresión de que una técnica más pura significaría un regreso a nuestra vieja línea de lanzamientos. Como dice Ramón Cid: esa sensación de chorro de energía de la cadena cinética.

P. Su temporada había comenzado con marcas muy discretas. Luego se supo que le había afectado una gastroenteritis, pero hubo comentarios que pusieron en cuestión su capacidad de mejora. ¿Le han herido las críticas?

R. No hago demasiado caso de lo que se dice fuera de mi círculo.Con las críticas me sucede lo mismo que con los halagos excesivos: hago poco caso. Salgo satisfecho de los Mundiales. He tenido suerte al ganar por un centímetro, pero también he tenido capacidad de trabajo, de reacción y de concentración en el momento decisivo.

P. Después de poner el lanzamiento de peso en el mapa, ¿cómo le afecta la presión externa?

R. La presión que me interesa es la mía, la que ejerzo sobre mí. Lo otro, todo aquello relacionado con los periodistas, los directivos y la calle, no me supone presión alguna. Todo lo contrario: me sirve de estímulo. Me recuerda que estoy allí, que existo, que interesa lo que hago en el atletismo, que tengo repercusión. Y eso me ha faltado durante años.

P. ¿Se siente como un Santana o un Ballesteros?

R. Soy el producto pionero de un empresario. Es Carlos, claro. El deporte de alta competición tiene cada vez más conexiones con el mundo empresarial. Vemos que muchas grandes empresas reclaman los consejos de entrenadores de élite, en buena parte porque funcionan en condiciones parecidas al deporte de máximo nivel. Se piden ideas, trabajo para crearlas, la labor cotidiana para llevarlas a cabo y la venta final en la competición. Así trabaja Carlos conmigo.

P. ¿Cómo es Carlos Burón como empresario?

R. En lo suyo es uno de los mejores del mundo, y lo digo porque conozco a gente de este gremio. Carlos ve con claridad los detalles que distinguen a los buenos de los mejores. En la alta competición es un entrenador muy completo: buen preparador físico, buen técnico, buen psicólogo. ¿Creativo? Quizá en ese aspecto tenga que cortar un poco mi creatividad.

P. ¿Cómo describiría la belleza de algo que dura 0,8 segundos?

R. No encuentro mejor argumento que la competición del otro día. Allí estaba todo: la emoción, el drama, los factores básicos que sacan lo mejor del hombre. Esto existe en los grandes campeonatos. Y que sea en una especialidad con poca gente multiplica estas condiciones. Hay más pasión. La rareza produce doble satisfacción.

P. ¿Se ha desgastado mucho en su combate contra los tópicos que rodean a los lanzadores?

R. He trabajado para desmontarlos, no para combatirlos.

P. ¿Cómo os ve la gente?

R. Como hombres grandes y fuertes que tenemos que ser brutos, feos y malos. Miradas impuestas por una cierta cultura, por el cine americano y por los dibujos animados, donde el grande es el tonto y el bruto, el recurso cómico. Es difícil desmontar estos prejuicios. Mi entrenador siempre dice que será mejor demostrar nuestra inteligencia, porque lo evidente es que somos grandes. En eso no tenemos que demostrar nada.

P. También se asocia a los grandes, a los lanzadores, con el dopaje.

R. No sólo con los lanzadores. Es el tópico del deporte de alta competición. Se necesitan explicaciones para justificar que uno corra más que otro o lance más que otro. Tomará una sustancia que yo no tomo, se dice. Por desgracia, hay algunas cosas que responden a esa lógica perversa.

P. ¿Cuál es su posición con respecto al dopaje?

R. Personalmente, me gusta hacer las cosas de manera sencilla y natural. El mundo del dopaje es complicado. Hay listas de sustancias prohibidas que son diferentes en cada país, lo mismo que son diferentes las cantidades que se consideran dopaje o el número de controles y hasta las legislaciones nacionales. La situación es muy poco clara. Es una nebulosa de la que sale perjudicado el atleta. Los procesos judiciales relacionados con el dopaje son un mundo desconocido para nosotros. No conocemos nuestros derechos.

P. ¿Cuántos controles ha pasado este invierno?

R. Con el de Birmingham, creo que diez. Cuatro de la federación internacional, dos de la europea y tres de la española. Dos controles por mes.

P. ¿Es normal?

R. No. Hay países que protestan porque a sus atletas les hacen un control al año. Qué le vamos a hacer.

P. ¿Sigue entrenándose en condiciones precarias por la falta de instalaciones?

R. Estamos situados en la última precariedad, o sea, en la precariedad. Utilizamos las instalaciones de la Universidad de León, a la que sólo puedo expresar mi agradecimiento más profundo. Es la única institución que nos permite entrenarnos en unas condiciones soportables. Hemos ido huyendo de un rincón a otro de la ciudad, pero no se parece a las instalaciones de los demás.

P. ¿Por qué se presenta como independiente en las listas del PP en las elecciones por la alcaldía de León?

R. Me sorprendió cuando me lo propuso Mario Amilivia, el alcalde. Luego, hablé con mis amigos de confianza y me planteé los pros y los contras. Puse cuatro condiciones para aceptar la inclusión en las listas: entrar como independiente; figurar en un puesto significativo, en el que pudiera ser elegido; obtener un cargo de responsabilidad y no ser utilizado como una simple imagen, y formar un equipo de mi confianza que me permitiera dedicarme a la competición. Al alcalde le pareció coherente la propuesta y aceptó.

P. ¿Su ideario coincide con el del PP? ¿Qué piensa respecto a la probable guerra en Irak?

R. Soy un hombre pacífico por naturaleza. Lo ideal es encontrar soluciones por la vía diplomática, pero no tengo los datos ni los conocimientos para opinar de forma palmaria sobre este asunto. La violencia no me gusta. La guerra es atroz.

Manolo Martínez, con la bandera española, celebrando su victoria el pasado viernes.

Svetlana Feofanova.
Manolo Martínez, con la bandera española, celebrando su victoria el pasado viernes. Svetlana Feofanova.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_