Pinchazo en el 1.500

Tantas veces bandera del atletismo español, los mediofondistas decepcionaron en el 1.500. Ni Higuero ni Parra tuvieron nada que decir. Quizá Parra llegaba menos exigido, aunque fue rotundo tras la carrera. "No valen excusas. He estado fuera de la carrera incluso cuando parecía que iba bien", dijo. En su tono se advertía un pesimismo injustificado. Después de años de lesiones, ha regresado este invierno al primer nivel en el 1.500, prueba que exige un preciso grado de conocimiento. Habló como si no fuera a regresar a las excelentes marcas que logró a principios de año, sin reparar que las tiene porque tiene las condiciones para hacerlas. Higuero fue octavo porque no quiso terminar quinto. O el cajón o nada. No es un buen síntoma. Se le habían adjudicado posibilidades en los pronósticos, no confirmadas en una carrera desastrosa. La ganó el francés Maazouzi, un jornalero del 1.500 que hizo todo aquello a lo que no se atrevió Higuero. Maazouzi no se apartó nunca de las dos primeras posiciones, mientras el español acabó reventado en sus inútiles movimientos. Viajó atrás confiado en su poderoso final, sin saber que la victoria se jugaba en otra parte. Cuando se enteró era demasiado tarde. No fue un problema de mal estado físico, sino de una mala interpretación táctica.

En otros ámbitos, las prestaciones fueron excelentes. Mayte Martínez alcanzó la final de 800 y batió el récord de España (1.59,62), lo mismo que Glory Alozie (7,83), que se anuncia medallista en 60 vallas.