La encuesta del golf

El tiempo ha demostrado que la Generalitat utiliza las encuestas en su propio beneficio y que ni siquiera asume su responsabilidad cuando se le ve el plumero. El consejero Puig y el presidente Pujol se han limitado a comentar que hubo algunos "errores sin importancia" en la publicación de los datos de las encuestas que han originado el escándalo. Quizá sea cierto que tienen poca importancia las encuestas de evaluación de los políticos, que en el fondo interesan sólo a los propios políticos y asesores.

En cambio, esconder el resultado de las encuestas que ponían de manifiesto la opinión contraria de la ciudadanía de Sabadell y Terrassa al traslado del Real Club de Golf del Prat a los campos y bosques de Torrebonica, o la consulta que reflejaba la nefasta gestión de la Generalitat respecto a la polémica línea de alta tensión de Les Gavarres constituyen una manipulación de la opinión pública, como mínimo, por omisión. ¿Para qué se encargaron esas encuestas? Si su destino era el fondo de un cajón, la Generalitat ha gestionado pésimamente el dinero público. Si era conocer la opinión ciudadana para actuar en la dirección opuesta, la operación ha sido todo un éxito.