"No les aguanto más"
Luis Aragonés reprende airadamente ante las cámaras a los jugadores del Atlético
Luis Aragonés, el técnico del Atlético de Madrid, suspendió el entrenamiento vespertino de ayer para decir a sus jugadores que ya no los soporta. Aparentemente fuera de sí ante una supuesta falta de interés que ponían los futbolistas, despeinado con los pelos blancos al viento, el técnico dio un golpe muy teatral. Era perfectamente consciente de que las cámaras de televisión registraban el momento. "¡Nos vamos a la caseta, nos vamos a la caseta!", bramaba, según captaron las cámaras de Telemadrid. "¡No les aguanto. No aguanto que no trabajemos. El que no trabaje se va. Me echan a mí, pero no por hacer el gilipollas. Si me echan me importa un huevo. Tengo 2.000 equipos. Y los medios de comunicación me dan igual [dijo señalando a las cámaras], aunque se que me van a matar. Nos vamos a la caseta, nos vamos a la caseta. No les aguanto. No aguanto que no trabajemos. El que no trabaje se va. Me echan a mí, pero no por hacer el gilipollas".
La derrota por goleada (3-0) ante el último clasificado debió espesar el ambiente en la práctica de ayer. Era una tarde fría y lluviosa en la Ciudad Deportiva de Majadahonda, que dedicaron a realizar durante casi una hora ejercicios con el balón por parejas. Todo transcurría de forma distendida, con un monótono "va, va, va" de Luis Aragonés al mando de todo. Y siempre tomando a Hibic y Coloccini para iniciar cada ejercicio. Después, el equipo disputó un partido informal de nueve contra nueve. Y de pronto, en un simple rondo que los jugadores hacían sin demasiado interés, el técnico madrileño se encaró con varios de los jugadores a los que reprochó su falta de diligencia en la sesión.
En fila, formados de espalda a las cámaras de televisión, los jugadores escucharon cabizbajos la perorata de Aragonés. El entrenador de Hortaleza estaba de cara a las televisiones y no se detuvo. Algún jugador, tímidamente, se giró y miró a su espalda con cara de susto. Javi Moreno, por ejemplo, verificó con un leve movimiento que aquel vergonzoso episodio estaba siendo grabado.
Contra, el desencadenante
Pocos se salvaron de la andanada. El entrenador del Atlético abroncó primero a los utilleros, posteriormente a Stankovic y, luego, a Contra. El lateral rumano respondió a Aragonés, tras lo cual el entrenador convocó a la plantilla en el centro del campo. Tras el soliloquio, los futbolistas se marcharon cabizbajos a la caseta y luego se fueron a sus respectivos domicilios. Volverán a los entrenamientos hoy por la mañana para preparar el encuentro de Liga del próximo domingo, frente al Málaga en el Calderón.
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